Otra vez me siento pesada. No me puedo levantar...
Por la noche dan las dos, las tres...no me duermo.
Doy vueltas, leo, pienso. Al final caigo pensando y eso se transforma en sueños.
Sueño. Como ayer, como anteayer. Siempre sueño, no descanso, en un dormitar ligero.
Sueño que sueño, sueño que duermo y me quiero despertar pero no puedo. Me esfuerzo en abrir los ojos, volver a la realidad, parece que lo consigo... ¿pero qué? otro sueño.

Sueño con la realidad, una realidad adversa, una realidad normal que en mis sueños se hace etérea, no se sabe si es real o efecto de mi cabeza.
Son escapes de la vida, desahogos de mi guerra.
Son mis ganas de afinar las cuerdas de mi cabeza.
Son mis ganas de vivir,
Son mis sueños.

*Y un día, mientras transitamos este eterno presente que llamamos vida, las semillas de nuestros sueños se transformarán en árboles y desplegarán sus ramas, que como alas gigantescas cruzarán el cielo, uniendo en un sólo trazo nuestro pasado y nuestro futuro.