IMPROVISACIÓN NARRATIVA II (CONTINUACIÓN)
No comprendía que había exhumado ese recuerdo de tan poco valor en su memoria. No recordaba haber pensado en él en mucho tiempo, más aún, podía decir que nunca.
Tomó conciencia que no podía casi recordarlo voluntariamente, solo le venían las imágenes del sueño, que esperaba no fuera recurrente porque estaba lindando en lo obsesivo, era como esa llovizna persistente, silenciosa, gris y penetrante, en que había mutado la lluvia o como esa mosca, que seguro, estaba en la cocina desde siempre, pero que solo registró cuando comenzó a joder. Trató de espantarla, y la mató con el repasador, pero no podía silenciar su pensamiento, y no consideraba al suicidio como una alternativa superadora. Ya se me va a pasar, pensó, sin mucha convicción y prendió la radio para espantar la angustia. (Continuará, o no.)
neco perata |