15:35 tic toc, tic toc.
15:36 tic toc, tic toc.
¿Que me diría el reloj si pudiera hablar?
- Te diría que te alejaras de aquel hombre vulgar y ganancioso ¡Cu-cu!
¡Bah! ¿A quien rayos le importa lo que opine un tonto y antiguo reloj de mader? Además el hombr realmente valía la pena.
- Cu-cu ¡No es lo que decías ayer al verlo tomado!
¡Cállate maldito pajarraco! ¡El es mucho mejor que tu y tu casa de madera!
- No lo es ¡Cu-cu! A el le apestan los pies.
El tonto pajarraco se burlo sin saber que pronto llegaría su fin, pues después de mirarlo mal un gran libro le lanze.
Rompiendose en pedazos al caer el reloj de silencio. Movilizandome en mi silla de ruedas llegue hasta donde se encontraban los pedazos del viejo reloj por doquier.
¡Ja! Me burle, viendo inmovil al tonto pájaro de madera. Eso le pasaba por discutir conmigo, pues nadie jamás debía hacerlo.
Pero al final nunca se puede negar la verdad y ese tonto pajarraco es mi único amigo en este lugar. Lo recojo del suelo, brindandole el calor de mis manos como consuelo.
Su tonto canto vuelve a sonar y sonriendo lo dejó volar.
(...)
- ¡Mamá! ¡Papi! ¡Esto no me lo creeran! ¡Melissa esta sonriendo!
Y sí, era cierto. Pudieron comprobarlo personalmente Beatriz y Lucas al llegar a la recámara y observar su rostro adornado con aquella calida sonrisa.
Pero no hubo mas que eso. Una pequeña sonrisa de parte de Melissa quien llevaba años en aquella silla.
Sin poder moverse, sin poder hablar, sin poder hacer nada mas que respirar. Lo cual significaba que hoy, realmente, era un dia especial.