Lo escribio una amiga (Giselle)

Somos muchos, somos todos diferentes, personalidades diferentes, gustos diferentes, de variados, colores, tamaños, contexturas. Y por la vida así giramos, en distintos países, haciendo tareas, profesiones diferentes, o no haciendo. Pero todos convergemos en una misma búsqueda, la búsqueda de la felicidad, claro que hay gente que ni sabe lo que esta buscando, pero siempre todo tiende a aquello. Están aquellos que creen que el dinero la compra, y su vida se basa en la acumulación constante de riqueza, hay otros que encuentran la felicidad trabajando veinticinco horas al día, creyendo que el prestigio y poder será una forma de sentirse felices, hay otros que encuentran la felicidad en el poder sobre otros, y también, existe un grupo más reducido, pero no menos importante, los que entendemos que la felicidad, es la felicidad del alma, es encontrar la paz interior y la búsqueda permanente del equilibrio entre la razón y el espíritu, es una pelea constante con uno mismo, claro que esta búsqueda no es fácil, en ese camino que elegimos, el de la sensibilidad, hay tropiezos que son oscuridades profundas, hay frustraciones, hay desencuentros, hay desengaños, y nos preguntamos mil veces cuando estaremos bien, nos vamos a sentir plenos, porque hagamos lo que hagamos, nada nos conforma, nada nos permite disfrutar a pleno de las cosas, nada nos permite sentir eso que buscamos, y vivimos en un limbo permanente, donde nuestra mente a veces es nuestro peor enemigo, no importa donde estemos, con quien estemos, nos sentimos incomprendidos, sentimos que nadie puede penetrar nuestro ser, y nos sentimos bien diferentes al resto. Es por eso, que si rara vez te pasa que te encuentras a alguien de tu especie, te reconoces al instante, porque conoces la mirada del otro, porque es tu misma mirada, porque es tu misma búsqueda, y porque sabes que el otro pasa por algo similar todos los días de su vida, donde a veces la convivencia con uno mismo es lo mas duro que te toca enfrentar en el día. Sigo creyendo en los finales felices, sigo creyendo en las películas en donde todo termina bien, por eso sigo creyendo que las cosas, pese a todo, van a salir como deseo, sigo creyendo en el amor. Creo que existe la persona indicada para uno, todo es cuestión de tiempo y entender que las cosas tienen que ser cuando uno esta preparado para aquello. Tengo la firme convicción que todo pero todo lo que hicimos, hacemos, a la larga, tiene un sentido y es por eso que sigo en este barco, a la deriva, a donde quiera que me lleve.