Sonríe sin pausa el caudal vital
y sus aguas desbordan cual un mar
que sale de la playas y nos moja.
Da si fuerza y su energía, generoso.
Es la vida, la toco y me estremezco.
Trae música en su oleaje, melodía.
El dolor y la angustia se hacen trizas.
Luego se retira y se produce silencio.
El cosmos sigue su derrotero.
Cada minuto crece la ilusión.
Hay una danza de moléculas y el ritmo
se altera, para entonar las almas, antes silenciosas.
Los pájaros intuyen el cambio, revolotean ansiosos.
Los niños se mecen en sus juegos.
Todo confluye sin dudas y la verdad se hace carne.
Texto agregado el 08-09-2014, y leído por 175
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