UNA TARDE APACIBLE
Tirados en las hierbas,
disfrutamos de una tarde esplendida,
apacible,
embarrada de sombra,
graznidos de gansos, patos, gallinas…
gorjeos de pájaros que se acomodan
a la cadencia de tu risa franca,
La luz precaria,
alumbra la albura de tu piel perfumada,
besada por la brisa acogedora
que deshilvana con premura
el traje de las plantaciones de almendro,
cereza, guayaba, flamboyan….
Escucho tu voz candorosa
hablándome de amor, de sueños
enraizados en la primavera de tu vida,
que laten en tu corazón de gaviota,
purificada por las aguas del mar,
el sol y el viento.
Las palabras brotan con fuerza de tus labios
como tañidos de campanas
alertando mi sentir vagabundo,
sueño de libertad,
de patria construida con fervor,
amor y esperanza.
Sello con un beso tus labios húmedos,
sacando de tu pecho quejidos de placer,
mientras el sol huraño, con su ojo ensangrentado
se mete entre la fronda,
encendiendo los pastizales.
JOSE NICANOR DE LA ROSA.
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