Voy a reclutarme tras la puerta
Ensordecer mis oídos y cabeza
A nadie le importa
De veras lo que piensas
Ni tu espanto
ni tu muerte
Ni tus opiniones
con o sin fundamentos
tus ideas vuelan y se estrellan
mientras el mundo
te baña a electrones
ya conocemos
el absurdo de las metas
ya conocemos el final de cada cuento
somos conscientes del horror
y de la guerra que estalla en los cordones
del egoísmo de estado y su cinismo
de las balas que nacen sin permiso
si, somos conscientes,
de la chapas y el barro
del vomito de aire contaminado
de toda la tortura
de que son capaz las manos
del estómago menguante y desinflado
sin embargo mi accionar no vale nada
ni las quejas, ni el rechazo
muchos menos mis palabras
y cada hombre en su cama
por la noche sueña y no hace nada
pero durante el día a escupitajos reclama…
solo escupe y nada más.
Estamos abandonados
Eternamente abandonas
Y nadie nos escucha
Ni queremos escuchar
Somos la plaga
La mismísima plaga de la tierra
decepcionada de sí misma
inhalando restos perdidos de amor.
Texto agregado el 05-09-2014, y leído por 178
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