Tu calor de nuevo adorna la habitación en forma de poema nocturno llega a mi lienzo, dibujo el contorno de tu cintura en mi sombra y esculpo tu imagen en mi memoria con tus deseos. Las caricias sobre las gotas de tu piel asaltan los miedos y enjuago palabras con el sonido de la lluvia en silencio. Te palpo en el sueño de la arena que seca el mar de tu cuerpo mientras una lágrima se derrama por la mejilla del universo. Escribo mil versos al viento con tinta de cielo, mientras me adentro en tus aguas me dejo guiar por tu aliento y soy un desierto descubriendo los ríos de tu piel. Te aferras a mi respirar y escucho fluir mis ganas en el mundo de palabras que profanan el papel del alma gitana, con tu mirada dictas los acordes de la danza de mi pluma y soy el poeta que escribe los sueños de luna en tus adentros. Tu murmullo de azúcar es pecado en mi pecho y desgarra mi frontera haciendo olvidar que soy forastero, cuando nuestras pasiones acuñan anhelos febriles en Venus dejan fotografiado tu lecho en mi acento. Lo que escribo llega al calor como el relámpago al tiempo cual rayo irreverente ante la voz de Zeus. Alejandro Ornelas
Texto agregado el 05-09-2014, y leído por 217 visitantes. (3 votos)