De lluvia agua recibo cribada en tejas quebradas de ésta espejo conforma el reflejo roto de nuestras pisadas A gotas recibo aquella agua contrario de algunas miradas que aladas reflejan el morbo de cuanta incomodidad les embarga. ¿Acaso mi locura enfada? o es ¿que la envidia embarga a quienes se esconden de la lluvia clara? Temed a vuestros infiernos y dejad que los míos se ahoguen. No teman del agua que corre, más sí, de aquella que no os moje. Bendita la lluvia que a la locura entibia, y que apaga las brazas del alma que envidia. Bendita la lluvia… Ailed Zull Zayhev ©
Texto agregado el 03-09-2014, y leído por 169 visitantes. (1 voto)