Mar:
si supieras las veces que he querido
ser de tu manto azul
una gota de agua...
Ayer cuando la tarde apenas envejecía
la tomaste en tus brazos,
te aferraste a su cuerpo
y saciaste con sal sus ilusiones.
Besaste su pelo, su cuello y sus labios
y pusiste en sus manos
un bello ramillete
de fresca espuma blanca.
Escuchaste de cerca su risa cristalina,
ofreciste a su oído tu canto rumoroso
y adornaste sus pies con bellas caracolas.
¡Oh mar, si supieras
cuántas veces he deseado
ser de tu manto azul...
una gota de agua!
Alberto Vásquez.
Texto agregado el 01-09-2014, y leído por 200
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Lectores Opinan
02-09-2014
Has conseguido que lo vea... gracias. Marta. monotonia
01-09-2014
Todos anhelamos un poco de él, por eso lo describimos de diversas manera, adornándolo con hermosas imágenes. Muy BUENO. ABRAZOS, HERMANO NINI