Tomé mis cosas y fui al “central hospital” una enfermera me dijo que fuera breve y que no lo alterara. Su salud era muy delicada. Entré al cuarto y vi un esqueleto en la camilla. Sentí que mi corazón se salía solo de verlo tan indefenso.
-viniste. – dijo con la boca seca.
-tranquilo. Dijo a la enfermera que no te alteraras.
-gracias por venir.
-shhh… no digas nada. Todo está dicho. Descansa.
-te vez bien. ¿Cómo estás? - preguntó el muy débil.
-bien.
-ven acércate a mí. – me acerque a él. – te amo – dijo.
-yo también. – le dije llorando.
Cerró sus ojos y ya nos los volvió a abrir. Con el poco dinero que tenía le di una muerte digna. La enfermera me entregó todas las cartas.
Cada vez que me siento triste las leo para sentirme cerca de él.
Fin.
Texto agregado el 31-08-2014, y leído por 169
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Lectores Opinan
04-09-2014
Un amor que ha llegado al fondo de mi alma y que aunque es posible sea solo una historia,ha hecho caer mis lágrimas.
Te felicito*****
Victoria 6236013
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