Y aquí sentado en la cima
durante un día que brilla
sobre empinada colina
pienso yo ¡Que maravilla!
la tarde que se avecina.
En la distancia los cerros
en medio de ardiente verano
de oro se ven cubiertos.
Se escucha el ladrar de perros
que a penas controla su amo:
corren caminos abiertos
Más cercano es gran contraste
que presenta la arboleda
eucaliptos, conacastes
dando sombra a la vereda,
colores de esmeralda y jade.
El silencio se interrumpe
la brisa se convierte en viento
no es huracán el que cunde
de Natura es fresco aliento.
Las ramas van oscilando
pareciera que bailaran
y que sus hojas cantaran
música de aire silvando.
sus troncos como cinturas
que a unísono van cimbrando.
Se estimula mi pensar:
en esta tranquilidad
me quisiera yo asi quedar
cuando me llegue 'el momento'
por que a decir la verdad
muy cerca de Dios me siento.
Texto agregado el 31-08-2014, y leído por 244
visitantes. (10 votos)
Lectores Opinan
22-01-2015
bello bello bello yosoyasi-
19-09-2014
*****Sin duda está cerca de Dios, aquél que lo acerca a los demás por medio de sus palabras. Solo_Agua
05-09-2014
Es verdad que la naturaleza y Dios son lo mismo! galadrielle
01-09-2014
Bellísima poesía Me sentí identificada. Un pequeño detalle: Al ser versos octosílabos en la cuarta estrofa - segundo verso, sobra una sílaba. Podrías haber escrito: "...la brisa se TORNA en viento"... Igual me sentí cerca de Dios. Clorinda