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Inicio / Cuenteros Locales / VIGIA / LA MUERTE AZUL-CAP.12-LA VERDAD OS HARÁ LIBRES- (FINAL)

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Cap.12
-La verdad os hará libres-




Por un momento estuvo tentado de acabar con aquellas dos criaturas que le hacían sentirse tan engañado y traicionado, pero su instinto le ayudó a mantener un poco más la calma. Por otra parte ya tenía meridianamente claro de que era capaz un humano infectado con aquel virus y se sabía seguro, si llegaba el momento, de volarles la cabeza…Pero quizás, lo más razonable era escuchar sus explicaciones.

Kail se acomodó en el frío suelo y puso su arma sobre el regazo. Lógicamente no la aseguró y mantuvo prudentemente su índice dentro del guardamonte, en el gatillo.
- Será mejor que haga algo de fuego – dijo Zoe tranquilizadora - …tu linterna no durará toda la vida y hace frío.
- Hazlo – dijo Kail tajante-… Shinda, estoy esperando…Quiero saber…
Shinda se sentó con lentitud frente a Kail, inspiró profundamente y comenzó a hablar mirándole a los ojos.
- Primero quiero disculparme contigo Kail…Se que estas confundido, que piensas que como es posible que después de haberme salvado la vida haya podido mentirte, pero quiero que sepas que nunca estuve en verdadero peligro…
- Lo que quiero saber primero – cortó Kail - es por qué siendo lloronas no os comportáis igual que los otros y podéis razonar como personas sanas. Vuestra vida va en las explicaciones que me deis.
- Nosotras somos lloronas “protegidas” en quinta fase – interfirió Zoe. A nosotras nos necesitan como humanos normales y no como esas alimañas que todos conocemos.
- No lo entiendo… ¡No se que significaba esas palabras! ¿Por qué soltaste al Debrariano? – interrumpió Kail enfadado.
- Por que es un Protector, su Protector para ser más exactos – contestó Zoe mientras encendía una pequeña lumbre -…Hay muchas cosas que aún no sabéis de nosotras.
- ¿Qué significa eso? ¿Qué es un Protector?-dijo Kail
- Es mi Protector -aclaró Shinda-…Entre los Debrarianos hay una casta que mantienen un poder mental especial con determinados humanos, solo mujeres, que ellos eligen para un propósito concreto. Ellos tienen el poder sobre nosotras de hacernos expulsar la larva en la que se convierte el virus en su quinta fase. Solo en mujeres “protegidas” se gesta ese bicho y cada mujer tiene un Protector único…Simplemente no pude evitarlo Kail. Su mente me produjo terribles dolores a su antojo. La larva me retorcía las entrañas desde adentro hasta que cedí a su intenciones…lo siento…
- Ya vi esa cosa…-dijo Kail-…y también vi como se lo merendaban dos Debrarianos. Parecían emborrachados, como si hubieran tomado una droga…Así que eso es lo que buscan…una pueril droga… ¡y por conseguirla, extinguen a una raza…!
- No. Te equivocas Kail…Eso pasó porque el Debrariano que hizo que la mujer expulsara no era su Protector…- dijo Zoe sentándose junto a ellos a la luz de la pequeña hoguera - …Cuando un Debrariano no es el Protector original solo consigue la larva en su estado mas primitivo. En ese caso, para ellos no seria más que una comida que les produce como bien viste una especie de borrachera…Como ves el canibalismo nos es propiedad exclusiva de los llorones…Pero que continúe Shinda….Creo que tiene mucho más que contarte…
Kail se sentía completamente desconcertado; ¿Cuántas cosas sabían aquellas mujeres de las que él no tenia ni la más remota idea?
- ¿Quinta fase…? ¿Larvas…? ¿Protectores…? ¡Está bien!... – dijo Kail impaciente- ¡Quiero saber todo desde el principio! ¡Me habláis de cosas que no consigo entender!
- Comprendo tu confusión Kail, pero te prometo que de verdad seré sincera – dijo Shinda con convicción - …Desde el principio me llamó la atención que no te dieras cuenta de mis mentiras, quizás harto de tanto horror no querías verlas…mi nombre no es Shinda; Seguramente tuviste la mente ocupada con nuestra seguridad cuando nos encontramos en aquel edificio y no caíste en que era imposible que mi madre me pusiera un nombre Debrariano, en cuanto que ellos aún no habían llegado a la tierra cuando yo nací. Me sorprendió que no sacaras cuentas. En realidad me llamo Adel; Shinda es el nombre con el que me llama Shoel, y tampoco tengo la edad que crees que tengo; Pronto cumpliré los 24 aunque mi aspecto aniñado servía perfectamente para el propósito de los Debrarianos.
- ¡Vaya que me engañaste bien niña!- dijo Kail asombrado -… ¡Y yo que pensaba que estaba salvando la vida de una pequeña indefensa!... ¡En aquel edificio estabas tan aterrorizada!...Bueno, al menos lo parecías…
- Era parte del plan. Aquel edificio simplemente era una tapadera. Los dos llorones que mataste en aquel agujero no eran mi familia; Eran simplemente el cebo para dar credibilidad al plan de Shoel, para que te sintieras seguro salvándome y por tanto dándome tu confianza… ¿No viste que apenas reaccioné a sus muertes? Si realmente hubieran sido mi familia te hubiera matado con mis propias manos…Aunque en algo no te mentí. Sí estuve en un edificio que los Debrarianos volaron con sus rayos azules, y allí es donde perdí a toda mi verdadera familia y fue donde los Debrarianos me capturaron al principio de la guerra. Aquel edificio solo era un engaño para atraerte. Una trampa específicamente para ti.
- ¿Una trampa específicamente para mí? – dijo Kail sin comprender.
- Si Kail. El plan era que en cuanto obtuviera tu confianza ellos nos harían salir del escondite donde te había localizado, como hicieron simulando un ataque. Después solo tenía que dejarte inconsciente con el aparato que emite las descargas, que Shoel me proporcionó, y entregarte. En realidad tú no me encontraste a mi, si no que yo te busque. Llevaba varias semanas tras tu pista. Tú posees una peculiaridad poco común y que los Debrarianos temen: Eres un inmune…
- ¡Yo se que soy inmune!... ¡Pero no entiendo en que cambia eso las cosas, excepto en que no pueda contagiarme del virus!
- ¡No lo sabe aún! – interrumpió Zoe admirada.
- En realidad Kail – prosiguió Shinda – toda la cuestión gira precisamente por tu inmunidad. Si sabrás que no eres el único, que sois unos pocos miles en todo el planeta, pero estadísticamente sois poquísimos en comparación a toda la población mundial. Mi misión durante estos últimos cinco años ha sido localizar inmunes como tú, para que los capturen y destruyan…
- ¿Pero por qué urdir un plan como ese para localizar a alguien que simplemente no puede infectarse? ¿Qué problema representa para una raza como los Debrarianos que pueden devastar un mundo simplemente apretando un botón?
- ¡Porque su futuro va en ello kail! – replicó Shinda – inspiró profundamente y prosiguió – Como te dije antes, la casta de Protectores tiene un propósito, un fin determinado… Y este es crear híbridos…
- A ver si lo entiendo…dijo Kail comenzando a percatarse de la importancia que aquello abarcaba- … ¿Quieres decir que realmente lo que os hacen es que… gestéis hijos suyos?
- Exacto – contestó Shinda bajando los ojos.
- ¡Pero si se los comen! ¡Yo lo he visto!
- No Kail. Como te ha dicho Zoe, un Debrariano que no sea de la Casta de los Protectores puede hacer expulsar a una mujer pero la larva que obtiene de ella es simplemente algo inerte, muerto en realidad… y esas son las que pueden consumir, proporcionándoles además el efecto que vistes. Solo los Protectores tienen el poder específico de crear vida hibrida, con futuro, y es así como su raza se reproduce por toda la galaxia. Nadie ha visto a un Debrariano verdadero. Por lo que sé, son unos seres al parecer hechos de luz, de un tipo de energía, y así se perpetúan por el universo. Nunca llegó ninguno de los Debrarianos auténticos a “pisar” esta tierra. Ellos permanecen en las naves que están más allá de la Luna.
- Pero entonces… ¡Quienes son estos gigantes azules! – dijo Kail completamente asombrado.
- Son la ultima raza que colonizaron en algún otro planeta – dijo Zoe –Simplemente son un “vehiculo” para ellos. Otra raza que asumieron y la convierten en ellos mismos. Por eso nos resultaban biológicamente tan familiares. Los verdaderos Debrarianos seleccionaron a nuestro planeta precisamente por las similitudes biológicas con la última raza que capturaron. De otro modo nunca los hubiéramos dejado acercarse tanto como para que pudieran contagiarnos un virus. En mi permanencia en la nave alguna vez creí ver a esos seres realmente, pero su forma de existencia es tan diferente a la nuestra que no pude identificar si lo que veía eran destellos o uno de aquellos alienígenas.
- El caso es que – continuó Shinda – yo debía localizarte y entregarte. En realidad eras mi última misión. Una vez estuvieras en la nave Shoel me haría expulsar al hibrido y prometió darme la libertad inmunizándome del virus. Pero me mintió…Entonces me di cuenta de que nunca me liberaría.
- Nos tuvieron como amas de cría, con el único fin de perpetuarse – apuntó Zoe. – Nunca nos darán la libertad.
- …¿Entonces, el virus…? – preguntó Kail desalentado.
El tono de respuesta de Shinda fue rotundo.
- El virus fue creado por los verdaderos Debrarianos, de acorde a nuestra biología y similitud a otros organismos terrestres y que pudieran trasmitirse con facilidad. En realidad estuvieron años estudiándonos desde fuera del sistema solar; Luego, comenzaron aquellos avistamientos de ovnis por todo el mundo en sus primeras aproximaciones para vernos de cerca…después llegaron las abducciones para que pudieran probar ese organismo en humanos vivos y constituirlo en viable; Por último, en el año que estuvieron las naves suspendidas encima de las ciudades, en realidad estaban aclimatando el virus para las condiciones terrestres. La muerte azul, ese virus, no es más que un arma pensada y construida por depredadores que deambulan por la galaxia.
- ¡Pero yo vi afuera como un rayo de luz exterminaba a miles de personas infectadas! ¿Por qué iban a acabar con todas aquellas personas infectadas si en realidad las necesitan para reproducirse?- espetó Kail
- Ah! ¡Ya han llegado hasta aquí! Lo que viste era una selección Kail – contestó Zoe – Una pura y dura selección. Ese rayo de luz solo extermina a varones; A las hembras las almacenan en las naves. Ya ocurrió en la ciudad que yo vengo, a muchos miles de kilómetros de aquí. Recuerda que yo ya estaba en la nave cuando tú llegaste.

Kail se mantuvo pensativo durante un minuto. Aquella información le desbordaba. Si ya le parecía cruenta la realidad que conocía, esta nueva realidad le rompía cualquier esquema.
Solo tenía en mente la catástrofe que asolaba a su mundo y de la que no veía solución.

- Entonces Zoe… ¿Por qué me ayudaste a salir de la nave?
- Por que los inmunes sois la única esperanza que nos queda en el planeta. Los debrarianos azules nunca liberaran a nuestra raza. Vuestra inmunidad no es tan solo la improbabilidad de contagiaros del virus. Vosotros sois propiamente un virus para ellos. Vuestra sangre inmune es un autentico veneno contra los verdaderos Debranianos y las razas que asuman, pues están constituidos similar biológicamente. Es una respuesta natural del planeta Tierra con la que no contaban los alienígenas y esto es un verdadero problema para ellos. La naturaleza les ha desbancado y por eso os temen. Ningún Debrariano puede tocaros. ¿Acaso en todos estos años has tocado o te ha tocado físicamente a algún extraterrestre…?
- No – dijo Kail - … ¡Bueno si! Cuando peleé con Shoel en la nave realmente…pero no llegué a tocarlo, porque le di con el aparato eléctrico; Y la puñalada en el cuello, la recibió con el machete…Cuando lo tuve preso lo traje arrastrando por el traje…y solo lo toque verdaderamente cuando intentaba huir y lo agarre del cuello… ¡Y parecía que lo había tocado con acido, porque mis dedos se incrustaron en su carne!... ¡Incluso le salía humo!...
- Esa es una respuesta de su organismo ante el tuyo – dijo Shinda – La sangre de los inmunes los deshace, los aniquila. Vosotros los inmunes sois la muerte para ellos, y por tanto, para los verdaderos Debrarianos. Por eso intentan exterminaros metódicamente…Shoel nunca llegará a su nave. Probablemente ya haya muerto y esté tirado en algún agujero deshaciendose…

El ruido de unas maderas cayendo al suelo estrepitosamente interrumpió la conversación. Kail se levantó del suelo como un resorte y pisoteó la pequeña hoguera dejando al sótano sumido en total oscuridad. Shinda y Zoe se agazaparon en un rincón y guardaron silencio. Kail apuntó con su arma hacia la entrada practicada en el techo y esperó unos segundos aguantando la respiración. Su dedo presionaba el muelle del gatillo hasta casi su totalidad y esperaba oír el disparo de un momento a otro. ¡Pero las luces de unas linternas lo detuvieron en seco!
Inmediatamente tras los focos de luz aparecieron varios soldados armados y les enfocaron con sus luces.
- ¡Quietos! – grito autoritaria una voz
Un viejo capitán, según indicaban sus galones, comandaba el grupo de hasta cinco soldados armados hasta los dientes. El hombre lucia una tupida barba y en su mano empuñaba una pavonada y negra pistola que apuntaba a Kail.
Tras ellos un grupo de tres Debrarianos azules se adivinaban al fondo.
Kail estaba sorprendido, más por la compañía que traían que por los propios soldados, pero dedujo que serian los que visualizó en el edificio de la plaza.
- ¡Si dais un paso más os vuelo la cabeza! – grito Kail advirtiendo, protegido por la oscuridad.
- ¡Tranquilo soldado! Jajaja…-rió el capitán con tono profundo- Ya os dije que este sería un hueso duro de roer, chicos…- dijo dirigiéndose a sus soldados - …Te vimos huir cuando atacamos a la nave Debrariana. Yo les dije a mis chicos que un soldado solitario como tú por esas calles plagadas de llorones tenia que ser un tipo duro…y así parece ser. ¿Qué te parece si bajamos las armas y hablamos un poco, soldado?
- ¿Hablar? ¡Venís con Debrarianos! ¿De que queréis hablar? ¡Voy a liquidarlos ahora mismo! – gritó Kail
- ¡No dispares! ¡Estos Debrarianos vienen con nosotros! Son rebeldes; “Los Alzados” les llamamos nosotros. Se han sublevado contra su autoridad y nos ayudan a liberar a las mujeres infectadas. Hay cientos de ellos colaborando con más comandos en otras ciudades. Son inofensivos soldado. Te ruego que no dispares…
- ¡Hay dos lloronas en el rincón! – Gritó otro soldado desde otra parte, y se oyó el amartillar de un arma.
- ¡Están conmigo! – gritó Kail - ¡No disparéis!
- ¡No peligro! Son mujer en quinta fase – se oyó la inconfundible voz de un Debrariano. – Nosotros poder liberar y ellas ser normal.
- ¡Está bien! – dijo el capitán – Vamos a calmarnos y solucionamos esto…
Kail bajó su arma y lo alumbró con su linterna.
- Me alegro de veros – dijo Kail estrechándole la mano – Os vi cuando atacasteis la nave y temí por vuestras vidas.
- Somos como ratas soldado – rió el capitán – Nos escondimos en agujeros pero aun así nos dieron una buena tunda con esos malditos rayos. Pero como has visto no somos fáciles de matar…
- Me hace feliz escuchar eso – contestó Kail.

Mientras, dos Debrarianos posaban sus enorme manos en las cabezas de Shinda y Zoe que, convulsionando, expulsaron sendas larvas que los soldados se ocuparon rápidamente de machacar con sus botas.
- La solución ha sido sencilla- dijo el capitán – Estas dos chicas serán en breve dos buenas guerrilleras que servirán a la causa…
- Tengo algo que decirle capitán- dijo Kail agarrándole del brazo - …Quiero que sepa que soy inmune y …
- ¡Ah! Bueno, soldado… ¡Aquí todos lo somos! Todos los grupos de soldados que quedan operativos están formados por inmunes…Y es que realmente, de no serlo, ya seriamos todos llorones por ese maldito virus…

A Kail se le iluminó una sonrisa tan amplia que parecía refulgir desde la oscuridad.
- Vamos capitán, tenemos muchas cosas de las que hablar…- dijo Kail – Tengo algo importante que contarle…

Kail se giro hacia donde estaba Shinda y la enfocó con la linterna.
Ella estaba aún en el suelo a medio convulsionar, y a la luz del foco, Kail observó como iba recobrando el color sonrosado de sus mejillas.
- ¡Vamos niña! – dijo jovial - …Aún tenemos muchas cosas que hacer…
- Kail…-contestó Shinda tosiendo y escupiendo.
- ¿Si?
- Después de esto…no me llames nunca más niña.
Kail sonrió.
- Esta bien…Adel… ¿Vienes con nosotros?
- ¡Claro... soldado!



Texto agregado el 27-08-2014, y leído por 238 visitantes. (6 votos)


Lectores Opinan
13-09-2014 Ahhh... Mira que me sorprendiste, te quedaba sólo un capítulo y como lo sospeche no era posible terminar el texto global. Este no es un final, sino un nuevo inicio. Imagino ya las múltiples aventuras De Kail, Shinda y los soldados Gy Joe ji ji ji UN placer leerte amigo. Cinco aullidos de resistencia yar
29-08-2014 Esperando un cuento tuyo al estilo de Edgar Allan Poe, de los que me tienen en vilo toda la noche...Guardando sotto il letto con il terrore nel corpo... Solo che VIGIA. sandalo
29-08-2014 He de reconocer que este final me ha tenido pegada al monitor, veia a Gerard Butler ( Soldado de Dios) haciendo el papel de Kail, en el papel de Shinda Kristen Stewart ( Crepusculo ) y en el de Zoe Laurie Holden ( Walking Dead ) . Tu cuento me ha transportado al lugar exacto, visualizando cada detalle de tu relato. Eres lo mejor de esta pagina. Un 10. Un BXO. sandalo
28-08-2014 En un ir y venir apabullante, el dibujo de la historia parece rehacerse a cada momento hasta llegar aquí: al desenlace incierto pero esperado. Se nota el tiempo invertido en rumiar cada escena para dejarla impecable, sin hendiduras. Me provocó un placer enorme esta lectura, primero porque soy lector asiduo del género, segundo, porque encontré elementos verdaderamente originales. Dejo un comentario ampliado en tu ldv, si me lo permites. Recibe un eufórico abrazo amigo Vigia. Raramuri
28-08-2014 1. ¡Dios mío! ¡Qué finalazo! Tantos elementos inesperados, cuánto misterio develado, pero no podía ser de otra manera con una obra de esta gran factura literaria. Esto es lo que yo llamo Jaque Mate al lector. Nunca en toda mi vida me hubiese imaginado un final de tal magnitud. Nunca. SOFIAMA
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