-¿De qué color son tus sueños?- Se preguntó al intentar dormir.
-Del color de sus ojos...- Se respondió a si mismo.
-Y... ¿Qué color era ese?-
-No lo sé, ella se fue hace demasiado.-
Y dando la vuelta se forzó a dormir para siempre.
Mientras de sus manos escurría la sangre que se diluía con el agua caliente que fluía bajo su cama.
Texto agregado el 26-08-2014, y leído por 96
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