bajo la intensa lluvia, el hombre sin ojos sentía el frío natural... el sonido era su alianza con el mundo... por ello, bajo un bastón y la agudeza de su sensor, siguió su oscuro camino... llegó a su hogar... entró y buscó alimento... todo estaba preparado en la mesa... se sentó y digirió todo... se lavó la boca y luego de darse un duchazo, se acostó... aún escuchaba el sonido de las gotas de la lluvia... y se puso a pensar en un piano, en un mar, en un momento con el cielo... sonrió y trató de no pensar en mas nada... tuvo sueños extraños... y siempre estaba en primera fila... delante de él, una mujer llena de joyas en su pecho y ya con edad avanzada, le llamaba... él iba, más bien corría y corría sin parar... la mujer empezaba a elevarse hasta desaparecer por los cielos... y sus joyas se esparcían por todas lados... observó a personas que no tenían ojos... y todos caminaban sin chocar... notó que sus orejas eran bastante grandes y en ellos brotaban ojillos muy especiales y brillantes... sonrió y cuando quiso hablar con uno de ellos, todo empezaron a elevarse por los cielos...
despertó... como siempre, todo estaba negro... sonidos y ruidos... se levantó y buscó su bastón... se puso su ropa y salió a la calle... de pronto, caminando, notó que algo sucedió... un ruido extraño llegó ante todo... gritos por todos lados... llantos y el dolor que moría en silencio por uno y otro lado... al final, silencio... trató de caminar y notó cuerpos regados por todos lados... la lluvia empezó de nuevo... escuchó una voz extraña y amorosa... "eres invidente"... sí, respondió... "sabes qué ha ocurrido"... no, no tengo idea... "en este planeta ha quedado un solo ser... y ese ser eres tú"... ¿por qué?... "porque te he elegido para empezar todo de nuevo"... terminado de decir esto... el hombre sin ojos sintió una fuerza que lo jaló como si fuera un ascensor... notó ruidos especiales... luego, silencio... el tiempo dejó de suceder y cuando el hombre sin ojos despertó, pudo volver a ver... estaba en una playa... sus arenas eran blancas como el talco... y sus aguas celestiales... seres divinos navegaban por este mar... miró sus manos y brazos y no eran los mismos... su cuerpo era de varios colores y todos brillantes... se tocó el rostro y notó que era muy pequeño... y sus manos muy grandes... miró sus manos y sus dedos eran siete en cada mano... y sus piernas eran largas y sus pies no tenían dedos, mas bien, como una especie de ruedecillas... se levantó y todos los seres que navegaban en la mar detuvieron su jugar... "ha despertado", dijeron todos... salieron de la mar y notó que todos eran hermosos y como cualquier ser humano... y muy pequeños... quiso hablarles, pero de sus labios brotaban cantos... sonrió y supo que soñaba... esperando no despertar nunca jamás...
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