“Comandante. Integrado en el movimiento de resistencia anticomunista contra la islamización. La operación ha sido completada”

No hace mucho tiempo escribí sobre un órgano vital que funciona igual que un motor y da vida a toda una materia.
Este órgano es el Corazón.
Pero…
¿Todos los corazones son iguales? Manejan una misma materia… ¿igual o parecida?
¿Se ocupan de mantener un equilibrio estable o razonable?

El Corazón de Breivik, inteligente sin negación… sin culpa, diferente al resto del mundo… este cofre del cual salen los más repugnantes y atractivos deseos… ese cofre…este cofre es engañoso…

Mente planeadora, sangre fría, sin pulso alguno… exitoso en lo que se propuso… matando 77 personas se corono el día 22 de julio de 2011 con el corazón mas frío que pudo haber existido…

Era una mañana normal…. con un sol estupendo… dirigiendo el auto hacia su destino se encontraba el Corazón de Breivik… en una calle transitada… CENTRO DE OSLO indicaba algún que otro cartel… que increíble… muchas personas se podían ver. Sus ojos se llenaban de luz, su lengua humedecían a cada momento sus labios, como si esas victimas tuvieran algún rico olor o fueran apetecible… en su rostro la risa… en sus manos la vida de muchos. Estaciono el auto, quizás a centímetros de algún buzón… no se… en un lugar perfecto. Los latidos habían aumentado, se hizo amigo de la Adrenalina… estas parecían correr juntas… era el momento perfecto. Hizo su última visión… descargo el anteúltimo deseo y Bum!...

Horas después, ese corazón aun no paraba de palpitar… faltaba aún mucho más… insaciable… insaciable corazón… ¿con cuanto estarás lleno?... Su mente lo planeo, próximo destino LA ISLA DE OTOYA.

La congregación se preparaba, miles de corazones jóvenes se disponían a pasar un excelente día… nadie lo sospechaba… nadie lo predecía… ¿a quién se le ocurriría algo así?... Con un tinte rojo manchó y puso fin a la historia de este encuentro… ese día que muchos recordaran, que muchos querrán olvidar pero que nadie superara.

Este corazón dejo de latir… pero aun no saciaba esa sed de seguir matando. Seguirá latiendo el sentimiento de continuar la masacre… seguirá latente el plan de continuar atormentado… pero ya no correrá más sangre sino dolor.

Ciertamente el hombre sabio aprisiono este órgano en una celda pero seguirá ahí con su sonido correspondiente. Aun lo escucho… toc toc toc toc.