Cita Textual.

En el valle del Anáhuac, hace muchos años floreció una cultura que dejó , como ejemplo de su esplendor, multitud de expresiones plásticas, ya en monumentos arquitectónicos, orfebrería,, escultura, arte plumario y alfarería.
El origen de esta cultura se remonta a Chicomostoc, o lugar de las siete cuevas.

Cuando estuvo en posesión de una cultura sumamente, agregó a sus muchas expresiones artísticas, los códices o libros, - que eran cogidos a dobleces a manera de paños de Castilla-, según dice Bernal Díaz del Castillo en su verdadera historia de la conquista de ala nueva España. Usaban para estos códices el papel de ámatl, que ellos mismos hacían con corteza de algunos árboles, cuero o tiras de algodón. La escritura eran pictográfica: empleaban ideogramas o símbolos, de ahí muchas veces la dificultad de la interpretación; pero eran vehículos de su pensamiento.

Las fuentes principales náhualt son: una serie de códices cuya antigüedad se remonta a tiempos prehispánicos; una gran cantidad de copias hechas durante el siglo XVI de códices prehispánicos hoy desaparecidos; y un copioso conjunto de himnos, rituales y poemas que fueron traducidos por los nativos bilingües, o compilados por los frailes, ayudados por los indígenas y que dieron a México las primeras historias de nuestro país.

El pueblo Nahuac fue eminentemente religioso. Dice Don Alfonso Caso en la religión de los aztecas que – la suprema razón de las acciones individuales y la razón del estado fundamental de los indios era su religión- . Ellos se sentían el pueblo elegido para mantener la vida de los dioses con el néctar de la sangre, y de allí que su suprema aspiración se concentrara en rendirles culto. En el valle e Anáhuac quedaron, como señales imperecederas de esta religiosidad, maravillosos templos y miles de esculturas de sobrecogedora belleza y de terrible expresión y dramatismo. Todavía el valle de México no era hollado por la planta del hombre blanco, y ya resonaban en él cantares e himnos, expresiones de un pueblos que hablaba y alababa a sus dioses, y les pedían favores o les rendían un culto idolátrico y sangriento. Himnos, sí, profundamente religiosos y llenos de simbolismo. Junto con el canto se sumaba la danza, que lo complementaba. Poesía, canto y danza, expresiones estéticas que encontramos en todo pueblo pretérito o actual.

Tomado de textos literarios III Páginas 22 y 23 cuarto semestre SEP clave 43.
AUTOR: Leticia Pérez Gutiérrez
REVISO: Andrés Estrada Jasso.
ADAPTARON: Elsa Contreras R.
María Cuairán R.

El contenido académico de este texto es exclusiva responsabilidad del Instituto Tecnológico y de estudios superiores de Monterrey.

Conclusión:
En esta cita textual, podemos encontrar algunos errores repetitivos, supongo que son, precisamente por la técnica que se usa en la educación. También dentro de la ficha bibliográfica algún error, hay quienes usan las letras mayúsculas para evitar poner acentos por no saber en dónde deben ir, quizá sea un error de Imprenta, no lo sé.
Pero, si es notorio quienes nos educan.

PD: de antemano, pido disculpas, por mis fallas en las tildes y comillas, a mi teclado, ya no le sirven algunas teclas. Uso como comillas un guión.