No entiendo a las personas. Tal vez por eso siempre me he sentido un poco fuera de todo. Lejos de los convencionalismos, de las pasajeras modas, de las necesidades de la mayoría, de la normalidad... en riesgo de ostracismo en mi propia comunidad. Pero también sin miedo.
Con los (d)años he aprendido que hay personas que te miran -no a los ojos- y se declaran fan de tus despertares, pero nunca se quedarían a verte dormir ni entrarían en tus sueños. Que te regalan los oídos, y hasta la piel, sin saber que tras de todo hay contrato vinculante.
He aprendido que hay personas que abrazan tanto que dejan aroma a huida, a despedida... o a espera. Personas que no saben volver, ni irse -nunca- del todo. Que dejan el brillo de la estela de un barco al marchar hacia el horizonte, en un soleado día de verano. Otras, desconocidas, te abrazan con tanto amor en la piel que olvidas que no sois nada. Ni siquiera conocéis vuestros nombres, y con su abrazo llenan las ausencias ajenas.
Nunca aprendí a disfrutar algunos placeres a solas. Sólo compartiéndolos me han adornado el paladar. Acabo de hacer café para uno y no me ha sabido tan mal. Parece que los (d)años también me traen la desvergüenza de saborear todo aquello que nunca permití a mi joven yo.
Bebo a sorbos un liquido espeso que me calienta las entrañas, y ya no eres tú. Tal vez nunca lo fuiste. Y di tu nombre a lo que fue únicamente compañía, a ratos, intermitente, cual latido entre costilla y costilla.
A veces me olvido de mi filtro, de mis normas autoimpuestas, de mi coraza y mi disfraz de chica buena. Tal vez porque me he cansado ya de llevarlo. He cometido tantos errores que, sin duda, volveré a repetir que estoy pensando si tal vez no nos definan ellos, sino su ausencia.
A veces me dejo llevar demasiado.
Casi nunca aprendo de mis errores.
Tal vez sea mi naturaleza cometerlos.
Puede que sólo así sea yo misma.
La importancia está en el momento presente,
Y con sus palabras ha marcado el compás
Con que ha bailado hoy mi pecho.
No necesito más.
Pero si mañana sigues aquí,
Probablemente quiera repetir. |