ÈRASE UNA VEZ UN MUNDO AL REVÈS

Èrase una vez un mundo al revés.
Donde la luna da luz al día.
Y el sol oscurece el atardecer.
En este mundo del revés.
Las manzanas brotan de la madre tierra.
Y las verduras mecen, al serio Ciprés.

En este mundo encantado todo
tiene su desvarío nada es lo
que parece todo es fantasía.
Por eso los habitantes de
hacia abajo, viven hacia arriba.
Con las piernas colgando y la
cabeza sobre la silla.

En su mundo es fácil andar con
la cabeza, y con los pies no tener
asiento, siempre que los pies piensa
la cabeza se mueve sin el cuerpo.

Así comienza esta historia que
es parte de este cuento. Siempre
con los pies pensando y la cabeza
en movimiento.

Don Sentado anda sobre su cabeza
y las piernas van por otro sitio.
Por eso cuando piensa se enfada
y anda siempre cabreado.
Porque las piernas con las que
piensan siempre van por otro lado.

En su país llamado Sin Sentido.
Todos sus habitantes son divertidos
se lavan con los pies la cabeza.
Mientras juegan al cinquillo

Don Sentado propone un reto
algo absurdo y descabellado.
que la cabeza se ponga en pié
mientras los pies quedan parados.

Don Sentado gana el reto y los
habitantes cumplen el castigo
mientras la cabeza se pone en pié
los píes no van a ningún sitio.

Después de este sacrificio
el país del Sin Sentido.
Se queda desparejado.
Ya nadie sabe pensar con los pies
y la cabeza no se sienta en ningùn lado.

De nuevo Don Sentado
propone otro delirio.
Volver de nuevo a lo mismo
Donde se piense con los pies.
Y la cabeza quede en su sitio.

De nuevo gana el reto y todo
vuelve al principio.
Don sentando piensa con los pies
mientras su cabeza coge asiento.
Sin poder evitar que cuando
piensa sus pies vuelen como el viento.