Reflexión

Cuando un ser humano viene al mundo, es decir nace. Lo primero que necesita de quienes le rodean es abrigo, esto suponiendo que nace en condiciones normales.
Alimento y protección, porque del mundo en que ese ser viene se supone tiene todo lo que necesita, para vivir. Y al nacer debe haber una etapa de adaptabilidad al medio y son los doctores especializados en esa rama de la medicina, quienes se encargan de suplir sus necesidades inmediatas como son la de respirar y aseo personal Luego son los padres, quienes continúan con esa misión. El amor en una de las partes más importantes, si se siente amor por ese pequeño y frágil ser que apenas comienza a respirar el aire de este mundo contaminado en que vivimos, se le provee de todo lo necesario para que siga en su adaptación y es el abrigo, el calor humano y alimento porque de donde él viene tiene eso. Y es así, como cualquier ser humano, va creciendo y desarrollándose y sus necesidades van aumentando y algunas disminuyendo dependiendo en que etapa de su crecimiento esté va necesitando ayuda para adaptarse al entorno en que vive.

Hace algunos siglos, llegaron a Latinoamérica seres de otra parte del planeta, y encontraron seres vivientes semejantes a ellos, que tenían una forma de vida, y adaptación de su entorno, vivían quizá de una forma rudimentaria, pero vivían e se iban desarrollando y supliendo sus necesidades básicas, me refiero a las culturas precolombinas esto es - antes de la llegada de Cristóbal Colón-



SITUACIÓN ACTUAL

En nuestro país México, nuestros antepasados han librado dos grandes batallas, la lucha por la independencia y la revolución mexicana. Somos nosotros el resultado de estas dos luchas por obtener en la primera libertad y autonomía como país y la segunda es consecuencia natural por terminar de librarse del yugo opresor que aún prevalecía entre los altos mandatarios de nuestro pueblo.

En nuestro México siglo XXI
Decimos que vivimos en un país libre y soberano, con un gobierno democrático, ciertamente esa es la intención y la creencia, pero estamos a un punto de caer en la anarquía con tantos partidos políticos que rayan en la demagogia.

La situación económica es precaria siendo nuestro país rico en recursos naturales y humanos. ¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué nos hemos quedado estancados?
La respuesta es simple y sencilla, vivimos en una red de corrupción humana que está punto de acabar con la poca estabilidad, seguridad y economía que nos queda.

¿Pero cómo surgió esta red de corrupción humana en nuestro país?
Es muy sencillo de detectar si analizamos un poco nuestra historia, a partir de la situación de nuestro país en 1808, siendo que tal situación dio origen a la iniciación del movimiento de independencia.




“ESTADO DE LA NUEVA ESPAÑA AL PRINCIPIAR EL SIGLO XIX

Al comenzar el siglo XIX la Nueva España era un país de gran riqueza y bienestar aparentes: la agricultura, la industria, la minería y el comercio estaban en auge; las ciencias y las artes habían progresado bastante y México era la ciudad más bella de América.
Su vasto territorio abarcaba muy cerca de 3, 950.000 kilómetros cuadrados, comprendiendo, a más del actual territorio de la república Mexicana, las provincias e Texas, Nuevo México y Alta California.
Sin embargo, esa inmensa superficie estaba poco poblada, pudiendo decirse que las regiones del norte se hallaban casi desiertas. La población total de la Nueva España en el año de 1808 se calculaba en unos seis millones de individuos, pertenecientes a distintos grupos étnicos: dos millones y medio de indios, otros dos millones y medio de mestizos y castas y a aproximadamente un millón de españoles de los cuales un poco más de novecientos mil eran criollos (hijos de españoles nacidos en territorio mexicano) y unos setenta mil peninsulares (nacidos en España)

A raíz de la conquista los indios quedaron sometidos a los españoles en calidad de encomendados y a pesar de las leyes humanitarias dictadas para gobernarlos, y que no se cumplieron sino años más tarde; pero entonces fueron reducidos a la condición de menores y sujetos a una tutoría que les privaba de libertad e iniciativa.

Habiendo sido despojados de sus tierras, los indios generalmente desempeñaban trabajos de peones en las haciendas y en las minas- de los españoles-, por lo cual recibían un mezquino jornal y eran cruelmente castigados por las faltas más leves, sin que la autoridad interviniera para evitar los abusos de los amos, -conquistadores-
Se les prohibía el ejercicio de las artes y de los oficios extranjeros; eran excluidos de los empleos y cargos públicos, del comercio y de la industria, y eran despreciados y explotados por las demás clases sociales a quienes veían con rencor y desconfianza.

Los mestizos y las castas: No obstante que las leyes excluían a los mestizos y a las castas de los empleos y profesiones nobles y a pesar de que los españoles los miraban con recelo eran los individuos más útiles de la población colonial.
Ejercían todos los oficios y artes mecánicas, eran los criados de confianza en los campos y en las ciudades, siendo los más útiles en los trabajos agrícolas y en los transportes, y proveían de soldados al ejercito.

Los mestizos y demás miembros de las castas estaban privados de instrucción y sus vicios y defectos se debían en gran parte a la ignorancia en que los mantenían los dominadores.
La clase predominante era formada por españoles peninsulares y americanos, la Colonia por su ilustración y riqueza y el influjo que ejercían, acaparando todos los empleos y disfrutando exclusivamente de los derechos civiles y políticos.

Aunque las leyes concedían los mismos derechos a los españoles peninsulares o gachupines que a los americanos o criollos, los encargados de de ejecutarlas ponían trabas para anular esa igualdad. -Una gran similitud, con el sistema de gobierno actual, al aplicar las leyes constitucionales y de derechos humanos-.

En manos de los españoles peninsulares se hallaban el poder, la fuerza, la administración de la justicia, el comercio, las propiedades y la riqueza; eran los únicos que podían desempeñar los puestos de mando y obtener dignidades religiosas, con todos sus privilegios de poder y dominio sobre la sociedad.

A los criollos en cambio, se les tenía cerrado el camino de los honores y las dignidades y estaban alejados de los empleos de cierta importancia, viéndose limitados a las labores subalternas de las oficinas o a las humildes funciones de curas, de abogados o de oficiales del ejército.

No obstante, fueron los menos oprimidos y recibieron ilustración, constituyendo, por tanto, el grupo más fuerte económica y culturalmente, que habría de ser iniciador de la lucha contra los opresores, por tener una idea más precisa de la libertad y del derecho.

En los tres siglos de dominación se había transplantado a la Nueva España una buena parte de la cultura de la metrópoli, y todos los colegios, desde la Real y Pontifica Universidad hasta la última escuela de aldea, eran copia fiel de las escuelas de la Península.
Pero los beneficios de la instrucción sólo se impartía a los criollos, y en mínimo grado a los mestizos: los indios, en lo general, estaban excluidos de la enseñanza y apenas si, se les consideraba como seres humanos.
Así se explica que, al iniciarse nuestra vida independiente, la enorme masa de la población constituida por indios y mestizos fuera de ignorantes llenos de miseria, de vicios y de fanatismo y absolutamente incapaces para gobernarse.

Manifestaciones de descontento.
El descontento que reinaba entre los habitantes de la colonia contra la dominación española tuvo varias manifestaciones violentas, ora provocadas por los indios y negros o bien por los criollos o mestizos.

Las rebeliones fueron algunas veces dominadas hábilmente por las autoridades; pero la mayoría fueron ahogadas en sangre, asesinando cruelmente a los que participaban en ellas.
Cierto que ninguno de esos movimientos llegó a poner en serio peligro la sujeción de la colonia al imperio español, puesto que no eran contra la autoridad del rey, sino contra las autoridades locales, que los extorsionaban; pero de todos modos comprueban que el régimen no era satisfactorio para todos.
Tomado de:
La evolución de México
Autor: Ángel Miranda Basurto
Página 1, 2 y 3, 4 y 5.
Editorial Porrúa

REFLEXIÓN


Si los criollos, siendo hijos de españoles peninsulares- nacidos en España, no tenían los mismos derechos, que sus padres, por el simple hecho de haber nacido en la nueva España, como fue llamado nuestro país, antes de cambiar de nombre y llamarse México.
Cómo podrían haber evolucionado, los nativos de estas tierras.
Me pongo a pensar que hubo grupos, que se negaron a aceptarlas creencias de los invasores, ya que aún prevalecen muchos grupos étnicos puros o casi puros, debieron internarse en lo más recóndito lejos de los que si fueron sometidos, ya sea por conquista o por la fuerza.
Nosotros mexicanos, sigo afirmando, que somos los hijos bastardos de la madre patria como se le suele llamar. Porque aunque nos neguemos por nuestras venas corre sangre que ellos fueron regando, por nuestro país y toda Latinoamérica.
Los llamados mestizos, fueron hijos de españoles con nativas de estas tierras, y no siempre debe haber sido por medio de una conquista real, sino por sometimiento.
Y somos los que realmente nos llamamos mexicanos. Los nativos aunque viven en este territorio conservan sus creencias culturales e idioma, al que erradamente llamamos dialecto.