Harta de que me juzguen lxs demás
De que siempre sus pensamientos tengan
Más valor -incluso para mi- que los propios
Cansada de autoinculparme del error
Cada vez que discutimos.
Ahora soy dueña de mi vida
Sólo yo me juzgo
Sólo yo decido
Qué está bien y qué mal.
Llámame egoísta
Etiquétame de guarra
Susúrrame que soy una puta
Que voy a relamer cada una de tus jodidas palabras
Para escupirlas después de alimentar con ellas
El caldero donde maceran todos mis odios
Que pronto estallarán contra vuestras fachadas.
Tened cuidado, las hijas de Salem
Hemos despertado a nuestra Bruja
Eterna
Feminista.
Texto agregado el 15-08-2014, y leído por 176
visitantes. (0 votos)
Lectores Opinan
15-08-2014
Me gustó mucho este poema desahogo, y noto algo de rencor o resentimiento en algunas palabras. siemprearena
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login