Busco en mi trópico un amor caribe, Tan caribe como la sangre de mi raza aborigen, Que tenga piel canela resistente al fuerte sol, Y coma en jícara cazabe de mi corazón.
Que coseche en mi conuco versos de mi Quisqueya,
Y siembre para siempre amor de primavera,
En mi canoa de caoba visite a Guanahani, con una flor Cacatica en las manos salude la bella Haití.
Que se acuerde de Caonabo junto a su hermosa Anacaona, se arrope con el pasado de Enriquillo allá en la loma, Que baile mis areitos tocando sus maracas, Y dando sus pasitos observe a la hermosa Habana.
Que conozca los caciques, las tribus y los bohíos,
de lo contrario, no sabrá de lo que digo:
Recuerdos que están volando, como el espíritu taino, Y nunca volverán a formar sus grandes tribus, Tribus que desaparecieron junto con su honor, solo han quedado, tristeza, sangre y dolor,
Dolor que nadie ha sentido, porque su raza se ha extinguido, Y el hombre blanco no sabe, porque aún se escucha el gemido. |