Ella lucia una blusa escotada mientras mi mirada se desviana al infinito, luche por tres horas tratando de que ella seda ante la moral y se incline al placer, mas mis palabras no tuvieron eco. No dudé en aplicar mi magna mano para el propósito, supuse que eso daria buen resultado, mas los caminos se fueron cerrando cada minuto mas y mas. Noche maldita que cruel eres ante un ciervo que no hace nada mas que hacer perdurar su estirpe a futuras generaciones. Ese día maldije al inifinito descompuse los átomos y los entrelace cuanticamente en mi mente y antes de despedirme de Rosa le dije -Rosa, tu ya lo sabias. Sabias que no te amaba y por lo tanto endureciste tu corazon mas que nunca, me diste rechazo y por desgracia, tengo que confesarte algo. Mientras tu me rechazabas yo mas te queria. Perdóname, entonces. -te, perdono. Dijo Rosa.

No por siempre quedara el mal en el corazon humano ya que todo es relativo y cambia. Ambos se dieron un gran abrazo fraternal mas que humano sus almas habian alcanzado el amor que no se trata de sexo solamente. se trataba de un amo infinidecimal.
-Me, amas. Dijo Rosa.
-Si, te amo. Dijo Oros.
FIN