Naufraga el candelabro del estío
Tras la línea del mar en el poniente
Gotas de luz cual trémulo rocío
Se esparcen por el índigo esplendente
Bajo tu luz, Luna resplandeciente
Magnífica, imponente Superluna
Se destejen los nudos de mi mente
Se entrelazan traspiés de mi fortuna
Y en esta condición inoportuna
Me lanzo a enfrentar el desafío
Iluminado por tí cartografío
Licántropa verdad que se acomuna
Alebrijes arteros del pensar
Danzan jocosos tratando de nublar
Claridad nueva
Que al hoy insurge
Que se subleva
Que al fin resurge
Vida esperada
Fuego sin fín
Idea soñada
Fragro jardín
Edén recóndito y crepuscular
Páramo, jungla, cumbre, cielo y mar
Revelación que me otorgan prisionera
Bel cantos de Selene la hechicera
Desde los cielos cascada que ilumina
Y tiñe al mundo de pálida argentina
Sabia y gatuna
La Superluna
Texto agregado el 11-08-2014, y leído por 140
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