Me uno a ti,
tierna y humilde rosa
de mis anhelos,
el cual formamos un corazón,
soy tu otra mitad,
mi otro pedazo de cielo me acaricia,
así completamos el cielo,
soy tu pupilo
alojado en tu interior
tocando la piel fragante.
Somos uno en dos,
un solo amor, una sola fe
al adherirme a ti
mi única ilusión de pasión
inesperada, convertida en praderas
que me abrazan tus manos.
Tesoro hecho de oro eres,
que a mis sentidos claman;
¡Ven a mí, haremos juntos
un oleaje de aromas interminables!
Tu ser me habla
hacia el alma enflorecida,
flores unidas al olor
de los pétalos,
nuestras almas gemelas
respiran alientos
llenos de cristales lujosos,
hacen la fusión
bajo el mismo pensamiento
y sentimiento leve.
Tu y yo, los dos
en el mismo espíritu encarnado, conversamos unidos
al sentirnos fervientes unos a otros.
Nuestro cuerpo sonríe
suave y lentamente
en la fusión de la felicidad,
tras en pensar que mi mente
está en la tuya,
lo que haces lo hago
en tu nombre cariño mío,
siempre y para siempre seremos uno. |