Cauteriza un momento eterno precipitándolo al vacío conquistándolo con tus noches blancas seduciéndolo con una calma ingenua seductora de todas las lenguas conocidas reinadora de tiempos astrales
Corcel de mis agónicos silencios estepa indomable que palpita en mis secuencias denostadas en mis remotos inviernos atemporales
Guarda las hermoseadas fronteras de mi iris colonizando fortaleciendo mis desalineadas mañanas de encuentros fortuitos mis golpes de ciegos en los instantes más puros más plenos

Compone las secuencias de mí supervivencia perpetua clamando aterrizar por sobre corazones esteparios trasluciendo una realidad lejana abrigada por mis gritos más honestos desafiando la paulatina lucidez de un continente disecado adulterado transformado anestesiado anclado corrompido soslayado