Ascendí los escalones de la escalera
Me dirigí a mi antiguo escritorio
Aquí solo aquí se habían acumulado las cosas
Los objetos, la goma de borrar, un rosario roto
También encontré una fotografía vieja
De cuando ella era muy joven
Con el rostro aun no formado
La expresión tranquila y amable
A fuerza de su inexperiencia
En los labios una sonrisa
Que el fotógrafo había exigido
Cosas que ya no quiero recordar
En veinte años de matrimonio
La amabilidad de su cara
Es desplazada por la experiencia
Y por las pruebas que nos dio la vida
Tengo conciencia de mi responsabilidad
Yo la he formado y he marcado su camino.
Texto agregado el 08-08-2014, y leído por 125
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