Abril 15
Que felicidad la mía, he encontrado el hogar de mis sueños, es una casona vieja que el agente de bienes raíces puso a mi disposición; si bien es cierto es antigua y necesita mucho trabajo de reparación, también es cierto que es hermosa y cómoda. Estoy seguro que el resultado final le quitara ese aire fúnebre y fantasmagórico.
Estoy demasiado entusiasmado, y que decir del precio, ¡Una ganga! Pero en fin, tengo que irme a dormir temprano, mañana me espera mucho trabajo por hacer.
Abril 16
Bueno, que puedo decir, estoy agotado, he tenido que limpiar la suciedad acumulada por años, nubes de polvo se erigían en la atmósfera, telarañas se pegaban en mi cabellera y ropas. Hace falta mucha iluminación para erradicar el ambiente tétrico de mi propiedad.
Es más trabajo del que me esperaba, pero no me quejo, gracias a Dios hoy dormiré un mi nueva casa. Buenas noches.
Abril 17
La casa tiene aproximadamente cien años, bien me lo advirtió el agente, y desde la primera noche se notó.
Las tuberías son viejas y emiten sonidos parecidos a voces guturales; la madera crujía haciéndome creer que intrusos la pisaban con delicadeza. Dormí mal (solo a ratos) y me ha traído como consecuencia un fuerte dolor de cabeza.
Nada que un par de analgésicos no alivie.
Abril 19
Mis tareas domésticas continúan, así como mi dolor de cabeza. Nunca he padecido migraña ni nada parecido, he gozado siempre de buena salud. Pero este reciente tormento no me deja en paz y ha impedido mi pleno descanso, pensé que trabajando distraería mí malestar, pero nada de eso, sigue ahí como daga atravesando mi cerebro.
Mañana descansaré, creo que es lo que me hace falta, las pastillas no alivian ni mínimamente mi sufrir.
Abril 21
Mis dolores de cabeza han empeorado, ahora se hacen acompañar por un zumbido molesto, a veces mis tímpanos crujen, me vuelve loco.
Mi hermano dice que visite a un médico, no es opción para mí, gasté mi efectivo en esta casa.
Una noticia alentadora es que la vecina se compadeció de mí y me ha obsequiado miel de abeja con vinagre de manzana, dice ser eficaz para fuertes jaquecas; estoy seguro que mañana amaneceré mejor.
Abril 22
Anoche fue una pesadilla, escuchaba cosas que no sabría confirmar como ciertas.
En el transcurso del día las cosas empeoraron, mi dolor de cabeza continuó, y ahora mi oído derecho me lastima.
La noche fue en vela, la falta de sueño me hace alucinar, sombras toman formas espeluznantes, objetos de mi habitación parecieran cobrar vida, voces sisean a través de las paredes ¿Acaso esta casa está maldita?
Y este dolor de cabeza. Desde que puse pie aquí, todo es sufrimiento y locura.
Abril 25
Hoy no sé qué me ha pasado, he tratado de observar mi oído pues siento mucha comezón, es como si alguien hurgara dentro mis paredes auditivas. Estos padecimientos me han hecho parar mis labores.
El dolor está ahora en la parte derecha de mi cabeza, mi cerebro arde.
Tal vez no tiene importancia, pero descubrí hace unos días las fotos del antiguo dueño de esta casa. Quizá no desea que viva en su morada. Que se joda.
Abril 26
Estoy completamente asustado, hace unos instantes perdí la capacidad de escuchar en mi oído derecho, me encuentro aturdido, débil y desbalanceado, mañana mismo iré con un médico, pediré dinero a mi hermano, a un lado el orgullo.
Debo confesar que la casa me abruma, hay ciertas áreas que me paralizan de miedo, pero no voy a renunciar a ella ahora.
¿Qué maldición ha caído sobre mí desde que habité esta casa?
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Estas fueron las hojas que encontré en el cuarto de mi hermano, sus últimas palabras escritas; un diario narrando la experiencia de vivir en esta casona que recientemente acababa de comprar.
Hoy en la mañana fui notificado por las autoridades acerca de su muerte; una vecina de él fue a visitarlo para ver como seguía de una atroz migraña que había contraído, encontró la puerta principal abierta, y cuando llegó a su alcoba advirtió un olor que le hacía suponer lo peor; se topó con el mismo marco terrorífico que yo aprecié hace unos instantes.
Llegué lo más pronto posible, relativamente mi centro de trabajo no está alejado del que era su nuevo domicilio. Cuando arribé, fui advertido por los policías ante el impacto visual que me causaría el ver a mi hermano con días de fallecido y en las condiciones en que lo hallaron.
Asumí la responsabilidad, cubrí mi boca y nariz ante los olores que emanaba su cuerpo descompuesto, al cruzar la puerta de su cuarto vi a mi hermano recostado en su cama, lucía cadavérico, las venas azules de su rostro se apreciaban a través de su piel, su boca estaba entre abierta, parecía dormido.
Pero nada de eso me sorprendió más que lo que a continuación observé; a la distancia advertí que algo salía de su oreja, en un principio pensé que era arena de color negra que se regaba desde el interior de su oído hasta el cuello y parte de la cama. Pero mi apreciación estaba lejos de la realidad, me acerqué un poco más y fue ahí que pude reparar en lo que mi vista presenciaba.
De la oreja derecha de mi hermano, un ser se asomaba tímidamente mostrando sus dos peludas patas delanteras, detrás de ellas escondía su monstruosa mirada, cuatro ojos grandes en su cara y cuatro más de menor medida en la parte superior de su cabeza exploraban la situación. De golpe salió la criatura de su escondite, dejando ver su anatomía completa, ocho patas se movían delicadamente por encima de la oreja de mi pariente, dejando caer y resbalar por su cuello pequeñas crías de arañas que se anidaron en su caverna auditiva.
Los médicos forenses dicen que la casa era demasiada vieja, y el hecho de estar limpiando y arreglando cosas en ella hace que los bichos de la casa se alboroten, es posible que la araña se haya metido en su oído mientras dormía, el animal depositó sus crías en el interior, eso explicaría los fuertes dolores de cabeza y zumbidos constantes.
Cuando mi hermano empezó a sentir comezón debió de introducir su dedo o algún hisopo para aliviar la sensación, eso provocó que la araña mordiera en repetidas ocasiones dentro de su oído, liberando su veneno que jamás pudo curar, aunado a eso, las crías de la araña invadieron el interior de su aparato auditivo, se infestó de pequeños arácnidos que salían de su boca y nariz.
Murió a causa del veneno infringido, y mi última visión de él fue esta: la de una araña observándome desde el interior de su oído.
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