tres demonios me esperaban... llegué a mi centro laboral y a nadie encontré, tan solo tres seres de colores negro, rojo y amarillo... nada les cubría su desnudez... noté que no tenían sexo... tan solo sus cuerpos y es sus manos de largos dedos y uñas, una cuerda gruesa que era su misma cola... eran muy grandes, casi llegaban la techo del taller... empecé a temblar, pero luego entendí que el temor era algo malo... ambos se miraron y luego, empezaron a lacerar mi cuerpo, dejándole marcas de varios colores y heridas del mismo color que sus cuerpos... y cuando no pude mas, detuvieron su mal accionar... se acercaron hasta casi tocar mi rostro y empezaron a olerme... sentí asco de ello... traté de levantarme con las pocas fuerzas que tuve y luego, los mismos demonios me ayudaron a pararme... me entregaron una cama con tres mujeres de mediana edad... todas desnudas y con el sexo esperándome... las fuerzas de mi cuerpo me llevaron hasta ellas... los tres demonios me llevaron a otro salón y desaparecieron... allí estuve con las tres mujeres que primero trataron de curar mis heridas y luego de descansar y dormir un largo trecho, desperté, desnudo en una de ellas... las otras aplaudían sin parar... miré sus sonrisas y eran de colores como los tres demonios... extrañamente que terminaba con una, empezaba con otra hasta acabar con todas... al cabo de unas horas, estaba totalmente extenuado... entre que dormitaba vi que del vientre de cada una de ellas brotaba un bebé con el mismo color que los dientes de cada una de ellas... empezaron a llorar y yo me levanté con las fuerzas que aun tenía y corrí y corrí hasta desaparecer de aquel espacio...
desnudo y lleno de marcas, llegué a mi hogar... estaba oscuro, era de noche... y poca gente transitaba por las calles... entré a mi casa y encontré a una de las mujeres en mi cuarto... tenía al niño en sus brazos... miré el otro cuarto de la casa y allí estaban las otras dos, mirándome con algo parecido a la emoción... miré a los bebés y sentí amor por ellos...
cada día que voy a laborar, olvido que tengo tres mujeres y tres hijos de color... en mis ojos hay una imagen grabada... es la de un hogar lleno de sonrisas y algo así como intensidad... espero que mis días sigan sus tardes y mañanas... y que algún días mi familia pueda darme algo mas que sus silencios y sonrisas... es que, en verdad soy una especie de dios y hombre encerrado en un cuerpo y una mente que trata de entender y entenderlo todo... sabiendo que en un instante dejarán de estar en mí...