Yendo a casa observé a un conductor lanzar por la ventanilla del coche una botella. Detesto esa falta de respeto hacia el medio ambiente. Automáticamente, como si mi cuerpo reaccionara por si solo, me acerqué al tipo, agarré la botella y se la tiré adentro del auto. Exaltado y furioso comenzó a insultarme, me preguntó por qué lo hice e inmediatamente utilicé la retórica, "¿por qué tiraste la botella a la calle?"
—¡Tiro la basura donde se me da la gana!—gritó.
— Yo también. —le contesté y luego retomé mi camino.