"un loco atrevido"

Esa noche lo despertó el ruido de un estruendoso pensamiento
-¿porque haces tanto ruido?- dijo, mientras abría la boca en un tremendo bostezo
-deja que me ocupe de ti, de lo contrario robaras mi descanso-
hizo una mueca cuando su pie izquierdo tocó el frío piso, pero acabó por sonreír mientras se dirigía hacia la ventana. El mar esa noche estaba realmente tranquilo y las estrellas estaban tan cerca que con solo estirar un poco la mano podía coger una para intercambiar por diamantes en un puerto próximo o por caballos rosados en algún remoto puerto de la antigua Alejandría. En el negro horizonte, el cielo era lacerado con furiosos rayos arrojados por una ceñuda y gris tormenta que volaba furiosa hacia el buque con la misión de recoger las preciosas estrellas que flotaban despreocupadas alrededor de éste.
observando lo que sucedía alrededor, sus pensamientos se esclarecieron y por fin supo porque sus pensamientos hacían tanto ruido, estaban en su punto de ebullición y era hora de dejar salir la cantidad de ideas amontonadas durante décadas tras el frágil y confuso muro conocido como cordura y ahora por fin podía admitirlo sin temor alguno estaba loco y llegaba la hora de ser atrevido, se atrevería a dejar escapar los caballos azules retenidos en Constantinopla, aquellos caballos rosados de Alejandría, se atrevería a desvirtuar completamente los escritos de un tal Shem Tov, desataría sobre el mundo todo un torrente de belleza, contenido durante años de cordura y bombardearía de flores y estrellas al universo entero, lanzaría cohetes alegría a Gaza y endulzaría con un ingrediente secreto las amargas copas de ira que durante años habían bebido los hijos de Jacob... por último llegaría ante sus grises ojos extenuado y pleno de vida, aguzaría su oido para escuchar el redoble de suspenso que a esa hora surgía del fuji exclusivamente para él, y esperaría humildemente su sonrisa como único premio por sus atrevidas hazañas...
Esa noche volvió a dormir y la mañana siguiente despertó... encendió su ordenador y las respuesta que esperaba estaba ahí, había conquistado otra sonrisa...