Era ella aquel día plena hermosura, no era el primero de seguro no debía ser el ultimo , recuerdo su cara fina, sus labios delgados de un color piel confesamente provocativo y un mechón dorado partía toda su cara en dos, que vértigo tan sublime ver el sol denunciado en aquel mechón trepar lentamente su barbilla, humedecerse en las carnes de su boca juguetear con su nariz y de un momento a otro, comprender todo el pavor de la escena, cuanto horror puede caber en los ojos malditos y verdes de una niña de 17 años, nada hay mas intimidador y doloroso que la descarada perversidad de la hermosura y era ella aquel día plena hermosura.

Arriba, abajo, a un lado, al otro adelante atrás, afuera, adentro ayer maldito ayer, anteayer, antes puto pasado, agostó abril, ahora igual sigo perdido, he escrito con rojo sangre en el espejo empañado de mi baño, la tina ya esta lista y en la ventanilla la luna mira con riza nerviosa de creciente, si por lo menos su mirada no hubiera sido tan hiriente, si por un momento un echo piadoso hubiera distraído su atención, cuan menor seria mi calvario cuan bien podría dormir ,bastante era la locura detrás de sus pupilas y mas fue el frenesí sicótico en la boca de mi estomago, y ahora a donde levante la cabeza solo veo denuncia remordimiento y pena, y en cada mirada femenina esta mi pecado y encada paso que doy escucho su grito, en la tibieza que ha quedado en el lomo de mi mano quema el recuerdo de su vientre, pero es un tibio que no es tibio, es un tibio que arde en carne viva.

En la totalidad de los gestos de mi mente, rastros imborrables y tenaces de su existencia, en el mas ajeno de los seres que me es ajeno y en el nudo mas intimo de mi alma , en el hormigueo de mis muñecas y en el creciente desencanto de mis venas, en su brazo alzado en su boca abierta y callada, en cada pelo de los pelos de su cuerpo, en aquel mechón ,en la tibieza de la sangre, en la misma muerte, saber que yo siempre la ame saber que yo siempre ame, y en todo saber y en toda certeza, hay una horripilante y seca vos latente ¡tu fuiste, fuiste tu no lo niegues lo sabemos!

Ya no siento mi brazo pero entre mis dedos la memoria del tacto no cesa, ¿alguna ves as tomado en tu mano algo de cuya impresión sabes que nunca lograras liberarte?, en mi costado siento cada ves con mas fuerza su brazo aferrarse y es como si fuera a serrarse aplastando mi corazón, la agonía es que no lo ase , e incluso en la innegable noche que me rebela la ventanilla a un costado de la tina, se alza imponente el sol de aquel día, y el brillo de aquella hoja metálica que empuñara esta todavía tan vivo en mi mente como la determinación que ahora ostenta orgullosa la cuchilla en el piso de mi baño, atormentando aun mas la escena congelada en que se a convertido mi vida, la bola del pirsing en su nariz, saber cual desbordado latía su corazón tras tan perfecto seno. Tick-tack-tick-tack, una ráfaga de viento sopla por la ventanilla trae consigo un mensaje ¡eres lo que ases, ases lo que eres no lo niegues lo sabemos!

Nunca suplico,ni siuiera cuando retorsi el cuchillo en su vientre, solo dejo escapar un grito seco, tan seco como la reconfortante sombra de muerte que me recibe esta ves a mí, y pienso si no es la locura cómplice ideal de la conciencia, volteo mi cabeza, veo el espejo, hay alo escrito, me es difícil leerlo, los ojos me pesan, pero se lo que dice no necesito leer nada, no necesito pensar nada, ni siquiera necesito la poca sangre que queda en mi cuerpo. Mañana entrara la empleada me vera en la tina vera la cuchilla y luego mis muñecas, tal vez lo ultimo que note sea un mensaje en el espejo que dice: ¡Yo lo hice, lo hice yo, no lo niego lo se!