Ashley nació en Houston, Texas en los Estados Unidos donde su vida transcurrió como la de una niña normal hasta la edad de cinco años, para esa fecha su padre falleció dejando a su madre sola y desconsolada junto a una pequeña. Al poco tiempo la madre quien buscaba una figura paterna para su hija encontró una nueva pareja, quien en un principio parecía ser un “buen hombre” esta persona al volverse cercano a la familia abusó sexualmente de la pequeña niña a una pronta edad.

Su madre se negó a asumir el abuso de su actual pareja hacia su hija, por lo que simplemente ignoró aquel hecho dejando que siga su curso hasta que la joven cumplió los 18 años, para ese entonces había dejado de asistir a la escuela dejándola sin terminar sufriendo aún de los abusos de su actual “padre” como pedía que le llamara su madre y formando parte de una pandilla. Ashley encontró refugio en los integrantes de la pandilla, quienes para “consolarla” le ofrecían diferentes tipos de droga para que pudiese olvidar la realidad que tanto le atormentaba, además de las mismas consecuencias que le traía el encontrarse en vuelta en constantes peleas con pandillas rivales.

Cerca de los 24 años la encontraron en el baño público de un night club con una sobredosis, la cual le hizo terminar en el hospital por varios meses, siendo ese el momento en el que le detectaron la enfermedad de “Trastorno de despersonalización”, la madre quien ya no soportaba lidiar con los problemas de su hija, quien solo le había traído vergüenza con el comportamiento de su hija decidió enviarla a un centro en el que puedan hacerse cargo de ella y que se encuentre lo más lejos posible, llegando así a la isla.