EL IUSIONISTA
Sé que la gente se asombra cuando me ven con mi valijita por las calles.
Lo comprendo, A muchos le han quitado las ilusiones, ese ir y venir, siempre corriendo.
¿Detrás de qué?
A veces me siento y los veo. Me sorprenden. Nadie se mira, nadie se habla.
A nadie le importa lo que le pasa al otro.
Por eso me detengo en los parques, lugar donde parece que habitan solo los niños.
Y despliego mi mundo de magia y me siento importante, porque doy vida y hago reír.
He descubierto que entre los niños y los ancianos no existen diferencias.
Los niños se asombran y los viejos vuelven a parir al asombro.
¿Quién te hizo creer que no tienen vida?
¡Yo, que sin ser Dios, le doy ese soplo a trabes de los hilos que nos mantienen unidos!
Dieguito, y Rosita, viven una vez que destapo su mundo y vuelan a mi antojo y semejanza y me veo realizada cuando estalla las carcajadas infantiles y alguna que otra lágrima, en los ojos añosos.
¿Loca, yo? ¡Loco vos, que no te detenés, o no le permitís un recreo a tu vida!
¿Sabes que en noches de invierno les cuento de mis penas?
Y me palmean, como dándome aliento, para seguir adelante.
Iluso de mí, creer que le doy vida.
¡Si son ellos los que me están ayudando a vivir!
¡Párate un rato en el parque y vas a ver como, aunque más no sea un instante,
Te ayudan a olvidarte de los problemas!!!!
¡Vení! ¡No tengas miedo! ¡En una de esas te presto mis hilos y vas a reencontrarte con el gusto de la espuma de azúcar! ¡Y quién te dice que si te subís a la calesita, hasta la sortija te ganas!
¡Vení! ¡Apurate! Porque cuando te des cuenta, vas a crecer y correras detrás de un salario que no te alcanzará para nada.
Dale, Mirá ,lo que te estás perdiendo!!!!!!!!!!!!!
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