Sueños
Fue como descubrir un mundo nuevo. Agobiado y sin rumbo, mi vida se había transformado en un martirio que solo el descanso onírico lograba sosegar , llenando los espacios con historias fantásticas, grandes aventuras en mundos de algodón y por donde fluían las emociones y todo era posible.
Vivir en sueños se transformó en mi forma de sobrevivir.
Al despertar comenzaban las rutinas cotidianas, que
me ofrecían un cálido refugio para recomponer fuerzas para mis viajes por los imaginarios escenarios que ofrecía mi mente.
Pocas veces la vigilia compensaba los sueños vividos, y era solo en aquellos momentos en que las pesadillas abrumaban mi existencia. El descanso posaba sobre banales cuestiones mundanas, estériles, superficiales. Un entramado de relaciones basadas en intereses y necesidades comunes. Una familia que atender, un trabajo al que regalar el tiempo, adornados con pinceladas de momentos agradables.
Disfruté vivir a pleno en este espacio virtual de la arbitrariedad y a lo impredecible de las situaciones que me tocaba sortear. No existían límites, todo era posible y además inmanejable.
Lo que lamentaba era que cada comienzo del sueño era como una página en blanco, sin continuidad, no existía el pasado ni el futuro, era el hoy con un arranque y final que nos transportaba a un sinnúmero de vivencias que me devolvía indemne en cuando despertaba hacia el merecido descanso.
El despertar reparador me permitía recuperar fuerzas, ordenar mi mente, dejando que la imaginación haga lo suyo
Por el afán de disfrutar al máximo los sueños quise aprovechar el tiempo restándolo al de la vigilia recurriendo a pastillas para dormir, cuando el desvelo me colmaba de angustias.
Logré alcanzar mi objetivo en el preciso momento en que el exceso de fármacos se apoderaban de mi cuerpo.
Mi meta era vivir en sueños y lo había logrado.
Hoy siento que algo no anda bien, me encuentro rodeado de aparatos que me mantienen en el mundo que siempre quise. Solo veo rostros compungidos y miradas extrañas en los minutos que despierto.
La pesadilla que me da la vigilia me indica que me van a desconectar, tal vez una nueva vida comience cuando esto acabe y me pueda devolver la paz que tanto ambicioné y creí conseguir.
OTREBLA |