VIEJA SOLEDAD
Vieja soledad
te quedaste vacía,
sin tiempos,
sin mis llantos,
sin mis dolores,
sin todo lo que me quitaste
sin piedad.
Mi despedida
no me duele ni me apena,
te dejo en tu lugar,
oscura de días sin sol,
de noches más oscuras
todavía,
quédate allí,
no te asomes,
tampoco mires para atrás
y cierra tus puertas
porque ya no sos mi soledad.
Yo marcho,
voy solo y sin vos,
rumbo a la otra orilla
pleno de alegría y de felicidad
donde me espera
un tiempo distinto,
con días de luz
y noches de sentimientos,
con paz e ilusiones
y con la piel
sangrante y fresca
y el corazón lleno
de sueños y silencios,
lleno de un nuevo amor
que me vuelve pleno.
Ahora voy solo,
Bendición de Dios,
pero es apenas por un instante.
Dos brazos me esperan
para estrecharme fuerte
y una boca tersa
que me dirá
que soy un hombre nuevo.
Te dejo soledad,
ya no sos mi compañera.
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