Quisiera tener las palabras que esperas escuchar,
Las palabras que te reconfortarán…
Pero no las conozco.
Quisiera que olvidaras tus desventuras en el amor,
Pero no alcanzo a ser suficiente distracción.

Quisiera verte reír, contemplarte feliz,
Pero no conozco el camino ni puedo correrlo por ti.
Quisiera no ser impotente, transformar tu dolor,
Que recuperes de nuevo el color.

Tu pena, es mi pena y tus alegrías son también mías.
No quiero saber que lloraste, mucho menos por quién no ha sabido guardarte.
Quisiera poder orientarte, pero lo cierto es que no tengo consejos que puedan librarte.

Quisiera saber si él merece tu llanto...
Si vale la pena que te sumerjas en este caos.
Tendrás que enfrentarlo sin mí, no es algo que ambas podamos vivir.
Pero aquí estoy, dispuesta a escuchar, quizás a callar.
Desahoga tus penas y vuelve a brillar.