LOS MÁS GRANDES POETAS

Son los más grandes poetas que jamás he conocido, capaces de hacerme sentir incontables sensaciones.
No hay poeta capaz de igualar semejante fulgor, con la misma capacidad creativa y destructiva.
Los versos que emiten desgarran las entrañas, sacuden montañas e inundan valles, clavan sus espines profundamente y una vez dentro plantan sus raíces y se reproducen sin compasión.
Cuando los leo por las noches me hablan de lo que sienten, de lo que quieren sentir, con tanta fuerza que yo, convertido en esclavo de esas palabras no puedo hacer otra cosa que obedecerles.
Son mi religión y mi ideología. Y yo soy su perro fiel. Son el fuego y yo la cera.
Habladme, mis poetas, habladme de esa manera que sólo vosotros sois capaces de hacer, habladme sin palabras. Que en la madrugada yo vendré a cumplir vuestros designios.
Ellos, que tanto daño me hacen, que tanto placer me dan. Ellos son, sí, son tus ojos.
Una mirada tuya bastará para matarme.
Quiero morir de una mirada tuya.