Es cierto demasiado...

No puedo matarte ahora,
te has ido demasiado lejos,
o me hube marchado yo,
¿A quién diablos le importa?

Con ganas de maldecirte te recuerdo,
y pido a los dioses (en los que no creo) que existan,
sólo para que te castiguen como yo no puedo.
Porque me permitiste seguir soñando, en vez de matarme tú.

Y me mentiste, me dejaste dormir sobre tus piernas,
me dejaste sentirme dentro tuyo, pero eran momentos,
me permitiste creer que había futuro, y era nuestro...
Debe poder ser castigada tanta alevosía.

Abrigaste en mi, esperanzas hoy muertas y hechas polvo.
O abrigué en ti, quimeras absolutamente destrozadas hoy.
Ya no se si mentí o me mentiste, si era sueño o pesadilla,
si la historia nos puso como burla en el camino...

Me dejaste tomar tu mano...

Te ha sido fácil después de todo,
sólo fue un cambio de página,
pero yo no se escribir de otro modo.

No puedo matarte ahora que te amo...
Te has ido demasiado lejos como para alcanzarte,
Estas tan hondo que no te alcanzo.
Y la vida sigue tan a su modo...

Que tú vives feliz muriendo un poco,
al lado de alguien más bajo su techo,
y yo muero por ti, hoy vuelto un loco.