Pisarás mi nombre como ahogas el tuyo en el Nilo, y el mío, cuenta te darás que te sirvió de camino. Respirarás de los hombres y cuando sin hálito estés verás que tus alas han caído. El cielo se esconderá por donde hayas ido y el mar sin tiempo te recordará lo que habías prometido. Y cuando el sol despierte tus sueños se habrán marchado a un lugar tan distante... que nunca has imaginado. Y los gusanos del aire arrastrarán tu nido, cuando la sangre del cielo brote emanarás tu último suspiro. No hay sentimiento, no hay vacío sólo recuerda siempre que la flor no crece donde murió tu olvido. Y las nubes esconderán las fantasías de hielo y a tu corazón marchito. Entonces la esperanza colgará nuestro pecado de azar así como los sueños de fe de un mordisqueado hilo. Alejandro Ornelas ®
Texto agregado el 20-07-2014, y leído por 168 visitantes. (3 votos)