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Y en ese orden se confirmó se confirmó para mí, en el escalafón de mis viajes, la jerarquía de mi patria chica, que no es bella porque sea mía, sino por que yo soy suyo y he de disolverme y anegarme, como un aparecido más, en su salobre polvo de agua y en su niebla irisada de sol.
Augusto D´halmar

Los Placeres, Playa Ancha fueron mis cancha hay Rosa
La cueca que canta Inti Illimani es bella, refleja lo que es el puerto, mirado desde el ángulo de esos seres marginales, ciudadanos porteños como los más serios y también respetables seres salidos de las universidades o personal que sé auto perciben cultos y de buena crianza.
Quizá Playa Ancha sea el sector más amplio de este puerto, en la Caleta el Membrillo se inicia el ascenso a la ciudad dentro de la ciudad, como también desde la popular caleta se bifurca el camino uno sube y el otro hacia Las Torpederas playa popular que en verano es visitada por una impresionante cantidad de gentes que llegan a refrescar su humanidad en las frías aguas del Pacifico, están los que llegan desde la capital muy temprano en la mañana, ellos se instalan en cuanto llegan por lo que sufrirán luego el castigo de los rayos solares, en esas horas el sol esta paradito y como no hay lugar en donde guarecerse así que a las tres de la tarde su piel estará del mismo color que una jaiba mora cocida, rojos los afuerinos por algunos días la fiebre del cuerpo no les permitirá dormir las noches serán interminables por la mezcla calor dolor, los porteños irán a la playa pasado las 5 de la tarde cuando el sol comience a caer en el horizonte,
En el sector sur de la playa se eleva la “Piedra feliz” roca alta que se eleva desde la playa como un altar, en la cima del altar esta él acantilado que cae casi vertical a las aguas frías con oleajes altos, algún día de antaño alguna pareja, dispareja socialmente realizó un pacto de amor, una alianza indestructible, lo normal es que la familia adinerada no permita a su hija o hijo casarse con aquel joven hijo o hija del obrero de la esquina, o a su hijo intentar ser feliz con la muchacha que no es del agrado de los padres, por tanto, la pareja que se han jurado ser felices eternamente, pero juntos, por la prohibición paterna han decidido que sea el mar quien los una, así ante la incomprensión subieron las escalinatas del altar y desde ahí tomados de la mano fundidos en un eterno beso se lanzaron al mar falleciendo ahogados, tanto pacto de amor terminado en el mar, tanto amor finalizado felizmente, según los que se matan por él, también ha sido lugar del final del viaje que es la vida de aquellos que se sintieron engañados por su amor, acabando su tristeza y para no amar a otro ser, se lanzaron a las mismas aguas desde la Piedra Feliz, altar para el sacrificio en aras a la fidelidad.
Hoy no se puede subir hasta su cima, está cerrada, se ha prohibido más sacrificio, lo mismo que la gente ve la vida de una manera más práctica.
La Universidad de Playa Ancha antes Universidad de Chile, la Escuela Naval Arturo Prat, que entrega los oficiales de la marina, son parte indisoluble de Playa Ancha, pero también muchas otras cosas hay en la República Independiente de Playa Ancha como le dicen sus habitantes.
El 29 de Junio de cada año día de San Pedro y San Pablo, la Caleta El Membrillo, se llena de actividad religiosa y de gran fe, los pescadores del Membrillo, temprano luego de la santa misa, toman en sus hombros al santo patrón de la gente de mar, lo pasean por la caleta, que es pequeña, lo suben a alguna embarcación pequeña, y es llevado en una procesión de lanchas, botes y pequeñas embarcaciones engalanadas con flores y guirnaldas multicolores, el santo, va en la proa de la primera embarcación, se bambolea tanto como las gentes que acompaña la procesión, cada embarcación llena de fieles que le cantan a su santo, le piden por una buena temporada de pesca, por que el mar no se trague a quienes caigan a él y al mismo tiempo que regrese a la superficie a quienes naufraguen, este año además los pescadores pidieron a su patrono que no se apruebe la ley de pesca que reduce la cuota de toneladas de peces a sacar, ley que beneficia la pesca para los barcos factoría que no pescan sino que succionan todo lo que pueden a través de las inmensas aspiradoras, han ido terminando con la inmensa variedad de fauna marina de estas costas, dejando a los trabajadores artesanales que pescan con espineles sin pesca. Luego de recorrer la bahia, regresan con su santo dejándolo en el lugar en el que permanecerá hasta el día de San Pedro en el próximo año, en la playa lo esperan los que no lograron embarcarse en la caravana, se reunirán todos para acompañar al santo hasta la iglesia, irán cantando y bailando.
Playa Ancha fue el último lugar en el largo anclar por el puerto, allí cerca de la plaza, sobre una panadería estaba el apartamento compartido, Marianela, hija de Irene, Irene y yo, en invierno, tibio lugar, los hornos calentados con leña de eucaliptos generaba un ambiente cálido y aromado con la fuerza del mentol que contiene el aceite de los eucaliptos.
Al mirarte de Playa Ancha lindo puerto de ahí se ven las naves al entrar y al salir, dice el vals más popular acerca de Valparaíso, toda la bahía se ve desde este gran cerro, sobre la panadería que aroma el ambiente hogareño, olor a pan recién salido de las bocas de los hornos, a leña quemada, se oye en las alturas el crepitar de los troncos que arden, tal como crepitan en una cancagua (chimenea hecha de una gran piedra a la que se le abrió el vientre quedando una sola pieza, como una cueva) o alguna chimenea en el sur de Chile cuando arrecia el invierno, allí al amparo del aire marino, junto a la alegría de la vida compartida también está la tristeza que llega cuando un hijo fallece antes de nacer, puerto de amores, de lucha, de triunfos y de la pena inmensa quizá jamas pase quedando en mi por una vida completa, ya la vida no será nunca mas lo mismo.
Finaliza el año 77, el año 78 llega con una alegría inmensa, luego de ver los fuegos artificiales de la bahía vistos desde un mirador en el cerro Barón, pasado los abrazos un “chocolito, vas a ser padre” se iniciaba el año con la alegría más grande que podría esperar de esos años y no solo de esos años sino que de una vida, el abrazo fue él más grande que pueda haber, en una fracción de tiempo ver un nacimiento, un crecer, soñar un hijo/a desde el día que llega al mundo hasta su adultez, un sueño que se logra sin siquiera estar dormido.
Aún más bella se veía al estar con la simiente fecundada, una vida que cambia tanto con un hecho tan importante y más aun en tiempos tan complejos, tiempos negros de dictaduras, que logran que el ser humano muestre todas sus aristas, que muestran valer, solidaridad, entrega sin limites y también los bajos actos que hace que un hermano se transforme en un ser desconocido, que las traiciones lleguen por el favor concedido para conservar la vida, lo mejor y lo peor del ser humano, la paz lograda iba a finalizar pronto, un día cualquiera el puerto se hace chico, el pariente influye, hay que hacer un cambio, ir a la región contigua, a La Calera, y el desencanto en el amor, y la decisión unilateral de que la hija/o No viese la luz de este mundo, un día de inicio del 78, una invitación a caminar, desde la oficina en el centro del puerto hasta arriba en Playa Ancha, la calle Independencia, la Plaza Victoria, Condell, el puerto, la plaza Echaurren, la Aduana, la escalera que acompaña al ascensor, y la casa, el rostro pálido, no hay alegría en ella y traspasa la tristeza, en casa, Juan voy a abortar, ¿como? Si, el hijo no nacerá, aunque Calera esté cerca, no lo tendré y es mi opción, además ya no puedes hacer nada por que ya lo hice, no hay palabras para explicar nada, un par de lágrimas calladas, silentes, amargas, duras, ásperas como lija, una enfermera ha introducido una sonda en la matriz, el cuerpo expulsará lo que hay dentro, en el departamento y ayudado por la caminata viene el río rojo, espeso, doliente, en medio del charco rojo un trozo que late, salta (pienso que grita) desgarra el alma, alma que aun no se cura, luego se va por el caño, es como el canto del gitano “por ahí bajó la muerte tantas veces, la muerte que enlutó a Valparaíso” esa muerte solo nos enlutó a ambos, luego la acompañé a la sala de urgencias de un hospital quedó por un par de días, luego nuevamente al departamento, ya nada sería igual, nada es igual, tengo dos bellos hijos, mas la visión sigue en los ojos, tengo un bello nieto pero el latido se mantiene vivo, un sueño que se repite en el tiempo y no ha habido nada que pueda sacarlo, serian algunos días mas en Playa Ancha, con los años todo se sabe, y fue entre otras cosas una manipulación de alguien hasta ese entonces muy estimado, hombres enanos.
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Texto agregado el 28-08-2004, y leído por 661 visitantes. (6 votos)


Lectores Opinan
07-02-2007 Me recordo la cancion de Fernando Ubiergo;"Cuando agosto era 21"...No debe haber faltado "la amiga" que le dio la direccion ,echando cuesta abajo todas tus ilusiones.La falta de experiencia ,el miedo a veces no permite enfrentar situaciones complejas. Hermoso/triste a la vez. Un abrazo pantera1
26-05-2006 Me encantas...***** SorGalim
29-07-2005 Tu relato enlutó mi corazón. 5*, felicitaciones. duckfeet
28-07-2005 Muy bueno.No tengo palabras... castillo
31-08-2004 Yo tambien me quito el sombrero, eres algo serio!... maravilloso... ***** para ti. Debbie
29-08-2004 Oye, que bien escribes amigo. Mis aplausos atlanta
28-08-2004 Que final como duele. gatelgto
28-08-2004 Bravo, Curiche. Me saco la boina y te hago las reverencias. Gracias por tu texto. Máximo islero
 
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