La Mujer que se Enamoró

Esta es la historia de Verónica, una mujer un tanto fuera de lo común que, aunque había sido concebida como las demás, había nacido como las demás y había crecido como las demás, su particularidad residía en el hecho de que poseía el don de una exuberante belleza ante la cual ningún hombre sobre la faz de la tierra podía resistírsele, cayendo hechizados y dispuestos a hacer la voluntad de aquella mujer fuere cual fuere.
Verónica por supuesto era consciente de ello y había explotado su don para obtener una buena vida, un centenar de hombres había caído bajo el hechizo de la mujer, los cuales luego de u simple cruce de miradas se sumergían en un oscuro trance en el que perdían toda voluntad propia incluso para vivir y a quienes, una vez que Verónica había obtenido de ellos todo lo que quería, solo les seguía el mismo destino: la desesperación, la miseria y la muerte.
Un día, cualquiera, llego a la región donde residía Verónica un acaudalado hombre de buena posición llamado Fernando quien no tenia otro objetivo mas que el de expandir sus negocios, Verónica al enterarse de esto no perdió oportunidad para acercarse a aquel hombre y convertirlo así en su próxima victima pero con lo que no contaba la mujer era que Fernando era un hombre un tanto fuera de lo común que aunque había sido concebido como los demás, había nacido como los demás y había crecido como los demás, su particularidad residía en el hecho de que era un hombre de negocios que vivía por sus negocios y para sus negocios, mientras se le pasaba la vida sin despertar en él el mas mínimo interés por otra cosa que no fuera acumular riquezas.
Verónica había hecho de todo para seducir a aquel hombre que parecía ser inmune a su hechizo o que quizá su vida de hombre de negocios le impedía ver lo que ocurría a su alrededor, desde entonces el único objetivo en la vida de Verónica fue el de poseer a Fernando a como diera lugar y en un intento desesperado por conseguirlo y con ayuda de unos maleantes a los que había hechizado, secuestro al hombre y lo llevó hasta su casa, se desnudo ante él y le pidió que le hiciera el amor, Fernando acostumbrado ya a sus acosos, se la quitó de encima diciendo que llegaría tarde a una importante reunión de negocios. Nunca en la vida Verónica se sintió tan humillada, tan rechazada, se desesperó, perdió el apetito, no podía dormir pensando en aquel hombre que ante sus ojos era único, era diferente a los demás, incluso ya no pensaba en sus riquezas, solo lo quería a él a tal punto que se olvidó de si misma y ahora su cabello siempre estaba despeinado, sus ojos perdieron ese brillo de determinación y su piel lucía cetrina y descuidada de modo que habían comenzado a llamarla Verónica la loca.
Una tarde Fernando encontró en su oficina una carta de Verónica en la cual lo citaba para disculparse por cuanto había hecho para llamar su atención, por primera vez en su vida aquel hombre de negocios hizo un espacio en su ocupada agenda para asistir a la casa de Verónica a la fecha y hora establecidas en la carta.
Narra el informe policial que en la planta baja de la casa hallaron el cuerpo de Fernando con múltiples heridas punzocortantes mientras que en el piso superior se encontraba Verónica totalmente desnuda y cuando los oficiales trataron de apresarla ella saltó por el balcón.
Muchos diarios retrataron el crimen como noticia principal, en primera plana y con diversos titulares, sin embargo, hubo uno que llamó particularmente mi atención : “El Crimen pasional de la Verónica , La Mujer que se enamoró”.