Aurora, procura Sonreír por tus malas decisiones así como por tus aciertos, es por ambos que estás aquí cocinando sueños.

Que no se te caiga la esperanza como hojas, como dientes.
Que no quede una sombra bajo el agua imposible de asir
O reclamar como tuya.

De tus mejores días pasados rescata los recuerdos de tonta soñadora. Rescata ésos días donde todo puede ser motivo de llanto y “nada” es suficiente motivo para ser feliz. Sí, de los muchos recuerdos escoge ése donde basta un poema para morir. Donde no hace falta dinero para tocar las estrellas, porque sobraban las ganas de ir pisando el mundo completo y tatuarnos con aromas y sabores nuevos.

Con sólo una mochila al hombro y muchos sueños dentro de ella no es ni “tarde” ni “temprano” para emprender el viaje que te dirija a la aventura de sentirte viva, de sentirte libre. Porque nada hay más valioso que la libertad que nace del alma, sólo ésa es auténtica, no depende de otros y es creada de la misma materia con la que tú estás hecha.

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Y sin importar que se tenga que vivir diez veces lo mismo, elije estar ausente de las “etiquetas sociales”, elije seguir el mismo camino, porque es aquí donde nos hemos encontrado. Escoge esos recuerdos, porque con ellos perderás la piel y tendrás paisajes cubriéndote el cuerpo. Entonces comprenderás que no te veo como amiga, sino que te tengo por bohemia y poeta viviendo dentro de mi corazón. Y que si sonríes, me invade la ternura y necesidad de protegerte como la hermana que la vida me permite conocer para secarle el llanto.