Perdonar, es renunciar a obtener satisfacción o venganza de una ofensa recibida. Se podría decir que el perdón es cuando no se llega a entender el motivo de la agresión, y sin embargo no se quiere guardar resentimiento contra el agresor.
Perdonar es un proceso de largo tiempo, pero ¿Se puede llegar a perdonar a una persona que no está arrepentida del daño que hizo? La respuesta es bastante clara, sí, por que el perdón va por cada uno de nosotros; es un análisis hacia nosotros mismos y al agresor, debemos tratar de entender su conducta, y aunque este no se arrepienta del daño que causó, debemos perdonar.
Cuando se perdona rara vez se olvida, pero, ¿Qué es más difícil, perdonar a nuestro agresor cuando es alguien a quien queremos o a nosotros mismos? Según mi punto de vista es mucho más fácil poder perdonar a la otra persona, ya que nos es más fácil analizar los comportamientos de otras personas más que lo nuestro, por que la barrera que nos lleva a alejarnos en este contexto de nosotros mismos, es el miedo a saber que estamos equivocados y que somos capaces de dañarnos a nosotros mismos, y causarnos un daño más grande que si hiriéramos a otras personas.
El perdón puede ser (en caso del agresor) interior, en el cual la persona se siente sinceramente conciente y arrepentido del dolor que causó; o puede ser un perdón externo, en el cual la persona solo busca el perdón por una inclusión dentro de un grupo que desde el momento de su agresión lo excluye por que se da cuenta del daño que este ha causado. Lo mismo pasa con el que perdona, tienen exactamente las mismas categorías.
Para mí el perdón, no es más que traspasar la culpa a la persona herida; ya que cuando nosotros le hacemos un mal a alguien lo culpables somos nosotros. Pero hay una forma de traspasar nuestra culpa hacia la otra persona, y esta forma es el perdón.
Con el perdón somos absueltos, ante la sociedad y ante nosotros mismos, vemos que no es más vil el que hace el daño, sino, el que no perdona a su agresor cuando este se lo pide.
El dañado, ahora, tiene sobre sus hombros el dolor que causó la agresión y la petición de perdón del agresor.
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