En mi habitación te imagino en otra cama y la tristeza hace el vacío en mis adentros, como si aquella onda expansiva que un día me contaste, estallara en mi pegando la piel a los huesos, extrayendo hasta la última molécula de oxígeno que me queda... me ahogo… me ahogo sin ti amor, pero contigo me vuelvo loca.
Te quiero, te quiero, te quiero… me muero fue lo último que pronuncié cuando te dije adiós. Te he amado, te amo, te amaré siempre, contestaste. Después un adiós y silencio, sin reproches, sólo lágrimas por la impotencia de no ser capaz de compartir nuestro amor, incapacidad que nos condena a otros brazos, otros labios, otras camas.
Me duele el alma, me quema al pensarte en otros brazos, otros labios besándote borrando mis caricias de tu cuerpo.
No puedo estar contigo, no quiero estar contigo pero… te amo, me vuelve loca no entenderlo porque tu presencia me desequilibra y me duele pero tu ausencia me mata para que vuelva a nacer.
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