sus ojos despedían piedad... su cuerpo lleno de heridas y sus ropas hecha retazos me hizo sentir piedad...
seguí mi camino hasta llegar a la casa de mis hermanos... nadie estaba... tan solo los gritos de los perros... quise entender un poco mi vida, el sentido de todo... caminé sin rumbo y entendí que era un animal de costumbres, y me había acostumbrado a vivir sin un destino claro... detuve mis pasos y fui hacia la biblioteca... estuve una media hora, pero salí... "una mujer", pensé... empecé a recordar una que quisiera estar conmigo, pero, a uno que ha dejado pasar a tantas y tiene una edad avanzada, es poco lo que pueda escoger... pero, tenía dinero...
entré en una cabina de internet y busqué una mujer... pasaron las horas y nada... todo era igual... la mayoria no eran de mi gusto, en fin... dejé la cabina de internet y fui a buscar algo que comer...
nada me satisfacía, nada... la vida no tenía un sentido para mí... tenía que cambiar...
cogí una botella de ron y otra de coca cola y la tomé toda... estaba en mi cuarto... nadie mas que yo estaba, cuando escuché que alguien tocaba la puerta... estaba ebrio, pero abrí la puerta... era una hermosa mujer vestida de rojo... no recordaba haberla visto jamás... la tomé de las manos y la besé sin pensar nada... nos enroscamos e hicimos el amor una y otra vez mientras reía y reía...
cuando cobre el conocimiento, estaba tirado en la cama, y, a mi lado una mujer desnuda... la toqué y noté que estaba fría, totalmente dura y fría... muerta como un trozo de carne... me reí de mi suerte y luego, salí a la calle... esta vez, tendría que hacer algo diferente... la vida me había dado una cachetada y tenía que seguir viviendo, pero, no tan cerca...
tomé el auto que me llevaría muy lejos y me perdí para siempre...