En una estrecha sala de espera del ginecólogo,
trece mujeres se encuentran a puertas de abrirse de piernas
y desnudar todo secreto corpóreo en ellas.
Es que ni la cicatriz en la nalga se salvará de
la invasión tiritona del viejito barbudo
pronto a jubilar de décadas introduciendo su dedo en las vaginas chilenas y
palpando las mamas multiformes de la desigualdad nacional.
Miles de tardes ya, repitiendo siempre el rutinario y poco actualizado diálogo:
¿Con qué periodicidad tiene relaciones?
- Mire periodicidad, es mucho, dejémoslo en ¿Pudo hacerlo esta semana o no pudo?.
Porque tener 25 hoy, no es lo mismo que ayer cuando a los 25 estabas casadita con un marido que le subía la bilirrubina sagradamente todas las noches, feriado o no feriado. Pero hoy, mi queridísimo Dr. Kleitoris, tener relaciones conlleva postergar reuniones importantísimas de trabajo, una hora menos de sueño, ojeras que te tapan el rostro y un dolor de piernas por las posiciones "creativas" de hoy en día (cielos que elasticidad).
¿Y cómo son sus períodos?
- De mierr!¡# , ejem, ejem, obviamente malos, tener esa bendita regresión todos los meses en que hay que volver al rutinario cambio de pañales, no es necesariamente un hábito que reciba con la cara llena de risa. Y los trastornos hormonales!!! Deme un píldora antilagrimógena para esos días previos en que mis ojos gotean hasta porque me quebré una uña.
¿Y los anticonceptivos, van bien?
Si bien, le mandan saludos, sobretodo el 21.
Mi queridísimo Dr. Kleitoris siga urgueteando mejor, mire que allá abajo le aclararán mucho más sus dudas que aquí. Ella sabe mejor que yo, los desajustes y los ajustes,
pero no me la llene a preguntas
mire que está en periodo de concentración
porque a la noche tiene partido eh.
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