— ¿Y tú crees mensajero, que yo, que estoy en los altares, permitiré esa humillación?
— Tú no estás en posición de imponerte; y prepárate, que en Roma pagarás tus culpas.
— Yo solo soñé con civilizarlos y no acepté por lujuria a sus tiranos sino traté que ustedes cambiaran la espada homicida por el entendimiento; la sangre derramada por el vino generoso.
— ¿Y qué te hizo pensar que la vida decadente de tu pueblo es superior a la nuestra?
— ¿Quién eres tú para cuestionar mis anhelos, esclavo miserable? Entrega este mensaje a tu patrón y cuando vuelvas conocerán mi respuesta final.
(amable lector, encuentra, si puedes, quién soy)
Texto agregado el 01-07-2014, y leído por 178
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
17-07-2014
mmm..está muy difícil..muy pocas pistas..voy por doña Cleo york
02-07-2014
¡Pombero! RaulRojas
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