Una noche de estupidez invaluable
Contemplé la agonía de una realidad cremada
Adorada con templanza
Coloreada con flores impuestas
Vacía llana irrespetuosa
Con una naturalidad dislocada
De golpes salvajes trágicos
Colaterales bestiales
Que vestían atuendos originados
En una maldad nociva viciada
Como una noche de máscaras de luto
Encendidas con tu sangre transparente
Acogedora de todos los vuelos vivaces

Una mañana desperté sonriente
Con la sorpresa de comprender las luces animales
Con el palpitar azulado de juzgar lo observado
Atravesando prejuicios insanos
Canalizando las palabras escuchadas
Convirtiendo los murmullos lejanos
En himnos de plena sinceridad completada