«El zapato traigo roto,
¿Con qué lo remendaré?;
con picos de malas lenguas
que propalan lo que no es»

Ricardo Palma.


Así van las plañideras aullando
Cual manada de lobos hambrientos
Llorando un dolor que no sienten
Por la calle de la Buena Muerte.
Todas en procesión caminando
Sueltan lagrimones y lamentos,
La partida de Cuchita La Fuente
Santa cofrade que murió amando.
-¡Ay, ay! ¡Era una santa viviente!
¡Ay, ay! ¡A todos andaba ayudando!
Alzan su voz, van cantando
Los tristes ritos de chismes baratos:
-Dicen sufrió una desgracia
En la mocedad de sus años.
-¡Sí! Fue una mártir soportando
Amores no correspondidos
De un capitán de fragata.
-¿Pero eso quién te lo ha dicho?
A mí me dijeron lo contrario,
Y yo por ahí he oído
Que Cuchita quiso atraparlo.
-Yo tengo por bien sabido
Que el que hizo el comentario
Lo tiene de buena fuente:
Se lo dijo Don Lotario.
Ya el cortejo se ha desplazado
Por la calle del empedrado
Va camino a San Francisco
Lugar del reposo sagrado.
Es seguro que Cuchita La Fuente
Dama de no sé cuantos abriles
Antes de morir haya dejado
Su pago por adelantado
A sus colegas lamentatrices,
Y esto por años se ha comentado
Que las lloronas del Viernes Santo
Resultaron ser buenas actrices.


*Cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia.